En la tarde del pasado 10 de agosto una tormenta provocó en Valdemoro numerosos daños en sótanos y plantas bajas de edificios que se vieron inundados ante la incapacidad de la red de alcantarillado de nuestro municipio.

Los datos registrados en la estación automática integrada en la red de control de calidad de aire de la Comunidad de Madrid (CAM) indican una precipitación total de 36,6 litros por m2 en un tiempo de dos horas entre las 19:45 y las 21:45, con una intensidad máxima en el primer cuarto de hora en el que se registraron 13,4 l/m2.

El Instituto Nacional de Meteorología define la intensidad de lluvia según un criterio de acumulación en una hora, así, una lluvia se considera “fuerte” si en una hora la precipitación es de 15,1 a 30 litros por m2, es “muy fuerte” si se registran entre 30,1 y 60 l/m2, y por último, se considera “torrencial” si la precipitación supera los 60 l/m2 en una hora. Como la precipitación registrada en Valdemoro en la primera hora de la tormenta fue de 25,2 l/m2, según las definiciones antes mencionadas habría que considerar que la tormenta no fue ni “torrencial” ni “muy fuerte”, sólo “fuerte”.

Pero los cuantiosos daños producidos a tantos vecinos y comerciantes por el desbordamiento de las redes de saneamiento no se corresponden con la intensidad de la lluvia de ese día. En este caso hay que decir la típica frase de que “llueve sobre mojado” en cuanto a los graves perjuicios que se han producido, ya que en menos de dos años se han sucedido hechos similares en tres ocasiones, el 3 de octubre de 2007, el 22 de mayo de 2009 y el pasado día 10.

Estas inundaciones ponen en evidencia que hay una gravísima deficiencia en la red de saneamiento municipal que hay que corregir lo antes posible. Es verdad que este año, gracias al Fondo Estatal de Inversión Local del Gobierno de España se han iniciado las obras de refuerzo de uno de los colectores principales, el que discurre bajo la calle Estrella de Elola y Paseo del Prado hasta el Parque Bolitas del Airón. Pero otro colector que necesita urgentemente una ampliación es el que discurre bajo la calle Illescas, Paseo Enrique Tierno Galván y cuesta de Valderremata hasta el Paseo del Prado. Curiosamente se han visto obras durante este invierno en este colector a la altura del cruce de la calle Illescas con la calle de Saturno. El Ayuntamiento debería dar explicaciones sobre el alcance de las obras hechas y reconocer la necesidad solucionar definitivamente los problemas de este colector. Si, como se ha anunciado, va a haber otro Plan Estatal de Inversión Local el próximo año, podría prepararse ya un proyecto a presentar para su financiación.

Este municipio en los últimos 15 años ha triplicado la superficie de suelo urbano y urbanizable, así como su población. La topografía del término municipal ha propiciado que el crecimiento urbano se haya realizado sobre zonas en las que la cota del terreno es superior a la de las zonas preexistentes, esto debería haber hecho extremar la precaución de no saturar la capacidad del alcantarillado de las zonas más antiguas del municipio. La incapacidad para gestionar correctamente las infraestructuras esenciales para un desarrollo urbanístico ha quedado en evidencia.

Desde el Colectivo Espartal-Ecologistas en Acción de Valdemoro queremos incidir en otro aspecto esencial de la red de saneamiento como es el destino final de las aguas residuales del municipio. Y es que el acuerdo de aprobación del último Plan General de Urbanismo de Valdemoro por parte del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid dice textualmente: “aprobar definitivamente la Revisión del Plan General de Valdemoro con las especificaciones y determinaciones establecidas en el Informe de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental de fecha 25 de marzo de 2004.”

La ley 9/2001 del suelo de la CAM establece que en cada aprobación de planeamiento urbanístico, como es un plan general o los planes parciales que lo desarrollan, la Consejería de Medio Ambiente debe emitir un Informe Definitivo de Análisis Ambiental. Este informe es el que se menciona en el acuerdo de aprobación del Plan General de Valdemoro (PGV) del año 2004 y determina cómo se debe desarrollar el Plan para asegurar que se alcancen los niveles de calidad fijados para las condiciones acústicas y la calidad hídrica del municipio.

El apartado del informe sobre calidad hídrica menciona en el primer párrafo que la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Soto Gutiérrez que sirve a los municipios de Valdemoro, Ciempozuelos y San Martín de la Vega no puede acoger los caudales de los nuevos desarrollos previstos en el PGV, por lo que es necesario ampliar la EDAR actual o construir una nueva dentro del término municipal de Valdemoro.

En el apartado 4 de dicho informe se determina que “el desarrollo de los nuevos ámbitos que contempla el PGV queda condicionado a la ejecución y entrada en servicio de todas las nuevas infraestructuras necesarias, y en particular de la nueva EDAR de Valdemoro, así como al cumplimiento de la legislación medioambiental vigente de dichas infraestructuras.”

Como el Ente Gestor de las infraestructuras de saneamiento es el Canal de Isabel II (CYII), se firmó el 19 de julio de 2006 una segunda Adenda al Convenio de Gestión Comercial y Mantenimiento de la Red de Distribución entre el Ayuntamiento y el CYII para la ejecución de las infraestructuras hidráulicas. Por este acuerdo el CYII se comprometía a iniciar la tramitación de los proyectos de las infraestructuras de abastecimiento, saneamiento y depuración en un plazo máximo de seis meses. El Ayuntamiento se comprometía a aprobar los proyectos de urbanización de los sectores del PGV, siempre que se hubiera cumplido lo dispuesto en el Decreto 170/1998, de 1 de octubre, sobre Gestión de las Infraestructuras de Saneamiento y Depuración de las Aguas Residuales de la CAM, lo que quiere decir que la Consejería de Medio Ambiente de la CAM debe informar sobre las condiciones que garanticen el buen funcionamiento de las infraestructuras de saneamiento, informe que es vinculante. Si hasta hoy no se han realizado las obras de ampliación de las infraestructuras mencionadas ¿cómo es que se han aprobado definitivamente los diferentes Planes Parciales que desarrollan el PGV?

El PGV optó por reservar un suelo de 8 hectáreas para la nueva EDAR de Valdemoro en una zona cercana al Arroyo de la Cañada, dentro de la finca El Espartal. La elección no pudo ser más equivocada puesto que esa zona de El Espartal está dentro de los límites del Bien de Interés Cultural en la categoría de Zona Arqueológica de El Espartal, según establece el Decreto 20/1995 de 2 de marzo, motivado por la existencia de indicios de asentamientos prehistóricos. Estos indicios se convirtieron en certezas tras las labores de prospección arqueológica realizadas en 2005 y 2006 que dieron resultados positivos en el Yacimiento 4 “Entreviñas II”, con restos de cerámicas de la Edad del Bronce, material lítico y estructuras de planta circular y ovalada, y situado exactamente en el mismo lugar donde se pretende ubicar la nueva EDAR.

Además la parcela reservada para la EDAR tiene un altísimo valor ecológico como lo demuestra el hecho de estar dentro de las zonas señaladas en la cartografía (hojas 582 y 605) de los hábitats naturales incluidos en el Anexo I de la Directiva 92/43/CEE, hábitats que están señalados como prioritarios (estepas salinas mediterráneas, de vegetación gipsícola ibérica y zonas subestépicas), por lo que en virtud de esta Directiva, la Administración competente está obligada a designar estos lugares como Zonas Especiales de Conservación (ZEC) para su inclusión en la Red Natura 2000.

Definitivamente el Ayuntamiento de Valdemoro debe resolver los graves fallos de planificación y funcionamiento de la infraestructura de saneamiento y depuración respetando los informes de la Dirección General de Evaluación Ambiental, los valores culturales y medioambientales del municipio y sobre todo poniéndole rostro y nombre a los perjuicios que ya están provocando estas carencias, dejándose de historias de concejales-héroes que ayudan a los vecinos en situaciones catastróficas achicando agua con cubos.