PDF - 239.4 KB
Alegaciones al EIA de la Sangueta

El Plan de Reforma Interior del sector Sangueta en Alicante pretende habilitar un sector urbanístico que acogería al Centro de Congresos, 630 viviendas, casi 1.200 plazas de aparcamiento, y superficies para plazas hoteleras y centros comerciales.

El Centro de Congresos se pegaría a las faldas de la Serra Grossa, para lo cual es necesario reclasificar suelos no urbanizables protegidos de la misma sierra, e iría acompañado de 10 torres, alguna de ellas de más de 100 m de altura, que superaría la máxima altura del Centro de Congresos y la cota de la parte sur de la Serra Grossa adyacente. Los edificios más próximos al mar se dedicarían a realojar a los vecinos cuyas viviendas (210) se derribarán.

El proyecto es muy poco respetuoso con la Serra Grossa, que ha sufrido en los últimos tiempos múltiples agresiones (línea 2 del tranvía en la misma ladera, obras de “saneamiento” de la cantera que eliminaron los nidos de varias especies de aves protegidas, urbanización de la Goteta, etc). El Estudio de Impacto Ambiental minusvalora los valores ambientales de la Serra Grossa, no efectúa un estudio real de alternativas, no justifica ambientalmente la opción elegida y esconde que el único criterio que se ha seguido con el fin de conseguir la más alta edificabilidad y aprovechamiento urbanístico, es el puramente económico.

El impacto paisajístico de la actuación es muy negativo, pues supone la construcción de inmensos rascacielos en las proximidades de la Serra Grossa y de la ribera del mar. La ubicación del Centro de Congresos se justifica como una “restauración” de la cantera, valorando muy negativamente los cortados de los cantiles de la sierra, con una textura y color similar a la piedra de muchos monumentos religiosos de la ciudad de Alicante (pues se extrajeron de ahí los materiales de construcción), pero impacta de forma muy negativa en la misma sierra. Además ese edificio que se pretende emblemático y nuevo icono, no se podrá visualizar de forma completa, pues será ocultado por la misma sierra y por los rascacielos que se construirán en su entorno.

Por tanto, no estamos de acuerdo en la construcción de casi 1.200 plazas de aparcamiento de rotación, que se justifican como “aparcamientos disuasorios”, pero que sin embargo no cumplen con los requisitos de ese tipo de aparcamientos y suponen un motivo más para que los vehículos a motor penetren e invadan la ciudad.