El Boletín Oficial del Estado del pasado 19 de septiembre ha publicado la Resolución de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar por la que se adjudica el contrato de «Desarenados, perfilados de playa y conservación en el frente litoral de Cádiz, entre Sanlúcar y Barbate”, a la empresa Matías Arrom Bibiloni SL, por un importe total de 3.382.086 €. EL proyecto estaba presupuestado en 5.732.350 €, lo que denota la falta de rigor de los cálculos presupuestarios del Ministerio de Medio Ambiente, y el escandaloso margen de beneficios de las empresas contratistas.

En plena crisis económica es inadmisible que se siga derrochando el dinero público en unas actuaciones tan caras como inútiles, pues año tras año las Demarcaciones de Costas se empeñan en rellenar las playas de arena que se sigue perdiendo en los temporales de invierno debido a que no se atajan las causas estructurales que provocan esa pérdida de arena. Nuestras playas han sido profundamente alteradas por la construcción de paseos marítimos, espigones, rellenos, dragados, construcciones en primera línea de playas, destrucción de cordones de dunas… lo que ha motivado la pérdida progresiva de arena y la incapacidad para regenerarse de forma natural tras los temporales de invierno. Ya a comienzos del pasado verano advertimos de la inutilidad y dispendio que suponía las “regeneraciones de playas” previstas en el litoral gaditano, con un coste de 1.200.000 €. Nada más acabar el verano, se contratan de nuevo más regeneraciones, lo que demuestra la absoluta inutilidad de los trabajos realizados. La inversión-derroche prevista en el trienio 2009-2011 asciende a 9.877.584 euros. ¿Hasta cuando seguirá este “relleno” artificial de arena de las playas de Cádiz? Estos trabajos se realizan con maquinaria pesada, no generando apenas empleo. ¿Cuanto empleo se podría genera dedicando estas inversiones a repoblaciones en el litoral o a la regeneración de marismas o caladeros en el litoral?

Ecologistas en Acción ya solicitó a la antigua Demarcación de Costas (actual DGSCM) la paralización inmediata de los rellenos con arena y que no se volviera a acometer ninguna actuación más de aporte de arena a las playas hasta que no se realizara una evaluación rigurosa de las causas de la pérdida de arena y se estudiaran otras opciones a medio y largo plazo, como puede ser la demolición de edificios, muros y espigones, lo que a medio y largo plazo sería una opción más duradera y mucho más económico.

Hay que recordar que la Estrategia de Sostenibilidad de la Costa, aprobada en la anterior legislatura, tiene entre sus objetivos principales recuperar la hidrodinámica general de corrientes de ciertas zonas con tasas de erosión elevadas para garantizar el mantenimiento de las playas y la costa afectada. Este objetivo, lógico y necesario, cuenta con muchos enemigos e intereses enfrentados. La vigente ley de Costas ya establecía este problema en su articulo 44.2 “Deberán prever la adaptación de las obras al entorno en que se encuentren situadas y, en su caso, la influencia de la obra sobre la costa y los posibles efectos de regresión de ésta”. Y en el 44.4 “Para la creación y regeneración de playas se deberá considerar prioritariamente la actuación sobre los terrenos colindantes, la supresión o atenuación de las barreras al transporte marino de áridos, la aportación artificial de éstos, las obras sumergidas en el mar y cualquier otra actuación que suponga la menor agresión al entorno natural”. Esto está muy lejos de las actuaciones realizadas por el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino.

Por todo ello volvemos a solicitar a la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, la suspensión de los fondos para estas obras de supuesta “regeneración” de playas, y le instamos a cumplir con el artículo 44 de la Ley de Costas y desarrollar la Estrategia de Sostenibilidad de la Costa y el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático en la costa, buscando, de este modo, una solución real y duradera.