Nuestra aportación al clima 2009-2020

El 2009 es un año clave en la batalla de la humanidad contra el cambio climático. A finales de este año se formalizará en Copenhague el acuerdo internacional que debería entrar en vigor una vez finalice el Protocolo de Kioto el 31 de diciembre de 2012. Cada uno de los actores principales de la negociación internacional tiene una responsabilidad diferenciada. El Estado español, como miembro de uno de los grupos más relevantes, la Unión Europea, tiene una cuota de responsabilidad alta.

¿Son las políticas españolas coherentes?

Aumentando Emisiones hasta 2020

Según el reparto interno de la UE para 2020, el Estado español podrá aumentar sus emisiones respecto al nivel de referencia (emisiones de 1990), tanto si la UE reduce el 20% (sin acuerdo internacional satisfactorio) como si reduce el 30% (con acuerdo internacional satisfactorio). Esto significa que el Estado español no hará sino aumentar sus emisiones, al menos, hasta 2020, mientras que los países del entorno tendrán que reducir y en consecuencia transformarán sus sociedades hacia modelos menos dependientes del carbono. Recordemos que el Estado español es el país de la UE cuyas emisiones han aumentado más rápidamente y que más se aleja de su objetivo.

Consecuencias

Si el Estado español puede aumentar sus emisiones por encima del acuerdo de Kioto, nos encontraremos en la misma situación. Es decir, que mientras que las economías del entorno en otros Estados son obligadas a mejorar en sostenibilidad, la española continuará siendo ineficiente, tanto energéticamente como socialmente.

¿Qué pasa con los límites?

El Gobierno español plantea escenarios de cumplimiento de Kioto muy bajos. Aunque el objetivo de Kioto para España es de aumento del +15% respecto a 1990, los planes gubernamentales se han hecho con un nivel de emisiones de +37%, utilizando una enorme proporción de compensación de emisiones con acciones realizadas fuera del territorio del Estado (hasta un 20% de la reducción). En otras palabras, no se reducirán las emisiones, se compensarán. Es decir, la mayor parte del esfuerzo para alcanzar el objetivo del Protocolo no supone cambios duraderos que sirvan para el futuro del Estado español, sino una compra a fondo perdido que en algunos casos no sirve ni para esos terceros países.

Transporte

Es uno de los sectores donde la distancia entre las políticas y las necesidades de la lucha contra el cambio climático es mayor. Estas políticas, con el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) a la cabeza, se basan en la construcción masiva de infraestructuras: autovías, trenes de altas prestaciones, aeropuertos y puertos, en un sector que ya en el periodo 1990-2008 aumentó sus emisiones un 88%.

Compensar en vez de Reducir emisiones

El Mecanismo de Desarrollo Limpio es el Mecanismo de Flexibilidad con el que el Estado español principalmente compensará su exceso de emisiones, derivadas de los sectores difusos, como el transporte. A pesar de que las declaraciones de los responsables políticos dicen que las prioridades es son Latinoamérica y los proyectos de energías renovables, en realidad es China es el país que provee la mayor parte de las reducciones estimadas con los MDL españoles en la actualidad, y los proyectos mayoritarios son los de quema de HFC (gases utilizados para refrigeración sobre todo) y no de energías renovables.

Captura y Almacenamiento de CO2

Ésta es una tecnología que consiste en enterrar el CO2 bajo tierra, y está dirigida a grandes instalaciones de combustión, centrales eléctricas térmicas sobre todo. Forma parte de una lista de falsas soluciones, como los coches ecológicos, que si pueden ser una baza para los grandes contaminadores, lo es más por su capacidad de desactivar la preocupación de la opinión pública que por su efectividad para paliar el cambio climático.

Al capturar y transportar el CO2 que emiten, consumen hasta un 40% más de energía y los costes de generación se incrementan entre un 40% y un 85%. Esta tecnología compite con inversiones en otros campos más sostenibles como las energías renovables y no estará operativa hasta la segunda mitad del siglo. Evitar las emisiones de nuevas centrales de carbón de China e India no justifica el interés suscitado aquí.

Soluciones
- Reducir emisiones en vez de compensarlas en el exterior
- Evitar actuaciones que en el futuro tendrán que ser eliminadas para afrontar reducciones crecientes de gases de efecto invernadero.
- Planificación coherente de las políticas públicas.
- No ser prisioneros de los intereses empresariales y sus falsas soluciones.