Efectivos de la Guardia Civil de Cádiz pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) han imputado al propietario de un establecimiento en Arcos, únicamente autorizado para la venta de cereales, la comisión de los delitos de intrusismo profesional y contra la salud pública, siéndole intervenido gran cantidad de productos fitosanitarios prohibidos y de medicamentos veterinarios. Igualmente localizaron en un almacén anexo 440 kilogramos y 412 litros de plaguicidas de uso fitosanitario y zoosanitario, entre los que se encontraban 184 litros de productos en cuya composición se hallaban sustancias prohibidas por la CEE. (Arcos Información, 19 de nov. 2009)

Hace tan solo, 8 meses que el SEPRONA incautó en otro lugar de Arcos 145 litros de pesticidas prohibidos por la UU.EE.: PARAQUAT, MALATHION, CARBOFURANOS, Y TETRADIFON, en el artículo que escribí en la ventana de 12 de marzo de este año en curso, y con motivo de aquella incautación, apuntaba lo siguiente: Se estima que el 20% del total de enfermedades que se producen en los pases industrializados son de origen medioambiental y se asegura que los plaguicidas son los causantes de diversas enfermedades inmunológicas (sobre todo autoinmunes, donde nuestro sistema inmunológico, de defensa, deja de reconocer nuestras propias células atacándolas como si fueran extrañas), se les relaciona con Artritis reumatoide, enfermedad de Crhon, Colitis ulcerosa; endocrinas (en relación con la reproducción humana, tiroides y otras), neurológicas (parkinsonismo, temblor senil…) y cáncer (leucemias infantiles, entre otros).

Los alimentos son la más importante vía de de exposición a este tipo de sustancias, que en su mayoría son COPs o CTPs, compuestos orgánicos persistentes, o compuestos tóxicos persistentes como les gusta denominarlos a algunos investigadores, con gran afinidad por la grasa corporal donde persisten durante años, por lo que, para su eliminación, lo primero es dejar de ingerir alimentos tratados con pesticidas, es decir, ecológicos, y después hacer dieta desintoxicante, que dado como están las investigaciones, poco conocimiento científico hay al respecto.

Se hace necesario realizar estudios de base poblacional que nos aporten más datos con respecto a los cambios epidemiológicos que se están dando en algunas enfermedades, las nombradas, y relacionarlas con el uso de ciertos pesticidas, ya que todas esas enfermedades han aumentado más en el medio rural, donde familias y vecinos de los agricultores que usan estos pesticidas prohibidos son mayoritariamente quienes las sufren.

Volvemos a repetir que el uso y comercialización de pesticidas ilegales están penados hasta con cárcel y deben ser perseguidos como tal por la autoridad y se harían necesarias penas ejemplarizantes que acabara con esta costumbre, pues la insensatez de determinados agricultores es obvia y patente, pero que solo una adecuada información y educación en los medios de comunicación y en las asociaciones de agricultores harán posible que este hábito desaparezca.

¿Quién se fiaría ahora de comprar en pequeños o grandes huertos que han utilizado estos pesticidas incautados por la G. Civil? ¿Sabemos qué huertos han utilizado dichos pesticidas ilegales?.

Como apuntábamos en la ventana del 12 de marzo pasado: Vecinos, una gran advertencia: coman ecológico o coman de grandes superficies, y si compran en pequeños huertos, miren en esas estanterías que tiene todo agricultor, si están llenos de botes de polvos y líquidos, con toda seguridad son pesticidas, aún a pesar de que el agricultor se lo nieguen, pues ni ellos mismos saben el riesgo que corren con su uso.

Por Julia Franco