Mientras se discuten en Copenhague soluciones drásticas para impedir el temido efecto invernadero, en la provincia de Cádiz seguimos aportando nuestro granito de arena a este cambio climático. Contradiciendo a las responsables políticos que aseguran que en Andalucía se está haciendo un importante esfuerzo a la lucha contra el cambio climático, la realidad es que desde 1990 han aumentado un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero, muy por encima del 15% máximo que nos permitía el ya permisivo Protocolo de Kioto.

En vez de fomentar el ahorro energético y el fomento de las energías renovables, Andalucía, y muy en particular Cádiz, ha vivido estos últimos años una invasión de centrales térmicas que según la Junta de Andalucía y los Ayuntamientos en los que se han localizado, no contaminan. En vez de fomentar políticas de movilidad sostenible, con planes urbanísticos que minimicen la necesidad de desplazamientos y fomenten la peatonalización, el uso de la bicicleta y el transporte público, se ha dedicado la mayor parte de la inversión pública a construir autopistas y variantes, primando el vehículo privado como rey indiscutible del transporte.

Los datos de emisiones son alarmantes, y dicen muy poco del compromiso de Andalucía y de nuestra provincia a la lucha contra el cambio climático.Las centrales térmicas y las principales industrias de la provincia emiten más de ocho millones de toneladas al año de CO2, de las que más de seis millones corresponden al Campo de Gibraltar, a lo que había que sumar las emisiones del gigantesco parque automovilístico privado. La provincia de Cádiz emite un tercio del CO2 que se produce en Andalucía ( 67 millones de toneladas).

Emisiones de C02 de las centrales térmicas y principales industrias de la provincia de Cádiz

El Plan Andaluz de Acción por el Clima partía ya de un conjunto de compromisos vacíos de contenido y el incremento de las emisiones tanto de los sectores industriales como de los “difusos” (urbanismo, transporte, residuos,…), pone en evidencia el fracaso del Plan y la ausencia de compromisos reales de reducción.

Los 60,6 millones de toneladas de gases de efecto invernadero emitidas en Andalucía en 2004, se han convertido en 67,8 toneladas en 2007.

Las 8,04 toneladas de CO2 por habitante y año de 2004, son ya 8,42 toneladas en 2007.

El propósito del Plan andaluz de reducir de aquí a 2012 en un 19% las emisiones de gases de efecto invernadero (respecto a 2004), no se está
cumpliendo para nada en Andalucía.

Ecologistas en Acción exige del gobierno andaluz la adopción de medidas reales y eficaces de reducción de gases de efecto invernadero, con compromisos firmes y verificables, que afecten tanto a grandes instalaciones industriales, como a los sectores de urbanismo y transporte, de forma que alcancemos resultados que puedan hacer frente al mayor desafío actual ambiental de la humanidad : el Cambio Climático.