Muchos arancetanos acudieron a la vigilia celebrada el sábado pasado, entre ellos numerosos niños a los que les pertenece el futuro, coincidiendo en la misma celebración con miles de ciudades del mundo, que será visible hasta la finalización de la cumbre del clima el próximo día 18, que se celebra en aquella ciudad europea.

En el citado acto, se dio lectura a la declaración de las posturas, que deberían tomarse en Copenhague, para comenzar a mitigar los efectos del cambio climático y cada persona encendió una vela, quedando montado el particular “Belén Ecologista”, esperando que dura hasta el final de la cumbre.

“Nuestro clima, nuestro futuro, vuestra decisión”, es una de las múltiples frases que representan el sentir de la mayor parte de ciudadanos conscientes del gravísimo problema ambiental, en el que se encuentra actualmente la deriva del clima, por tanto, de la premura en adoptar medidas eficaces, justas y vinculante, para una reducción drástica de los gases contaminantes, provocados por la combustión de energías fósiles (petróleo, gas, carbón).Tenemos que cambiar YA el modelo energético, apostando firmemente por el ahorro, la eficiencia y las energías renovables.

La cumbre de Copenhague es una cita única para la historia de la humanidad, es la gran oportunidad que tenemos para salvar el clima, nuestros gobiernos no pueden perder la ocasión de ponerse en movimiento y solucionar un problema que heredaran nuestro hijos y nietos, ellos serán, sin duda las víctimas y pagaran un precio muy alto por nuestra brutalidad humana.

Ha llegado el momento de dejar de lado la palabra y comenzar a actuar. Es el instante de reconocer que, si enfrentamos este desafío de la forma adecuada, dejaremos un legado de paz, sostenibilidad y vida para nuestras generaciones futuras. De otra forma nos hundiremos todos. ¿Serán capaces nuestros líderes mundiales, de sacar al planeta del caos climático, o nos conducirán irreversiblemente hacia él?