Con ocasión del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la UE,
hoy en Bruselas, la campaña ¿Quién debe a Quién?, de la que forma parte
Ecologistas en Acción, exige la cancelación inmediata e incondicional
de la deuda externa de Haití.

Las más de 55 organizaciones sociales que conforman la campaña ¿Quién
debe a Quién?, argumentan que el grado de destrucción que ha alcanzado
el terremoto del pasado martes en Haití es fruto, en buena medida, de la
situación de empobrecimiento y violación sistemática de los derechos
humanos más elementales que viene sufriendo desde hace décadas el pueblo
haitiano. Como causas que han agravado su vulnerabilidad, señalan la
deuda externa, políticas de libre comercio, la imposición de un modelo
agrícola industrial y exportador, el saqueo de su naturaleza y las
empresas transnacionales. “La condición de vulnerabilidad del país a las
tragedias naturales está conectada a la deuda externa y la ocupación
militar”, explica Iolanda Fresnillo, del Observatorio de la Deuda en la
Globalización.

La campaña ¿Quién debe a Quién? considera que es la responsabilidad de
la UE actuar de forma coherente para que el pueblo de Haití pueda
reconstruir el país y pueda forjar un futuro soberano. En este sentido,
la respuesta en forma de ayuda humanitaria debe ser generosa e
inmediata, pero también de calidad. Así, los recursos destinados a la
ayuda de emergencia y la reconstrucción deben ser desligados de los
intereses comerciales de los donantes, que no generen nuevo
endeudamiento y libres de cualquier condicionalidad.

A la vez llaman a la UE y las instituciones financieras a cancelar de
forma inmediata e incondicional la ilegítima deuda externa que Haití
sigue pagando hasta hoy, a pesar de ser el país más empobrecido de
América Latina.

Haití forma parte de la Iniciativa de alivio de la deuda para los países
empobrecidos altamente endeudados (conocida como HIPC por sus siglas en
inglés). En Junio de 2009 -y no tras el terremoto como han informado
algunos medios de comunicación- Haití llegó al punto de culminación de
dicha iniciativa, siendo beneficiario de una cancelación de deuda de
US-$ 1.200 millones, y sólo tras la aplicación de duros ajustes y
reformas económicas.

A pesar de la reducción, Haití sigue teniendo una deuda externa de US-$
641 millones, la mitad es con el Banco Interamericano de Desarrollo y
con el FMI. “El origen de esa deuda está en gran medida en el régimen
dictatorial de Duvalier, por lo que podemos considerarla una deuda
odiosa e ilegítima”, considera Edith Pérez Alonso, de Ecologistas en
Acción.

Las cancelaciones de deuda deberían ser asumidas de forma inmediata por
el Gobierno español quien preside el Consejo de la UE. “Demandamos
también al Gobierno español la cancelación inmediata y sin condiciones
de los cerca de 30 millones de euros de deuda externa que Haití tiene
contraído con el Estado español”, enfatiza Fresnillo. Esta cifra supone
10 veces la aportación de la cooperación española anunciada por la
Vicepresidenta del Gobierno para ayuda de emergencia a Haití.

“Asimismo instamos a la UE a que apremie al Banco Interamericano de
Desarrollo y al Fondo Monetario Internacional, para que procedan con una
cancelación total, inmediata e incondicional de la deuda externa de
Haití, así como con ayuda de emergencia y reconstrucción sustancial,
incondicional y no reembolsable”, manifiesta Pérez Alonso. “En este
sentido, denunciamos como inaceptable y perjudicial el crédito de 100
millones de dólares que el FMI planea ofrecer a Haití dentro de su
Programa de Reducción de la Pobreza y Crecimiento”, puntualiza.