Cada año en los campos de la Península Ibérica se esparcen cebos impregnados de todo tipo de venenos. Personas sin escrúpulos utilizan sustancias tóxicas para eliminar animales que consideran perjudiciales a sus intereses. Con este método ilegal de caza se persigue fundamentalmente a los zorros, córvidos, perros y gatos en los cotos de caza, a los lobos, osos o incluso a los buitres en zonas ganaderas, a los topillos, ratones y pájaros en los cultivos, a las ratas en los vertederos. Sin embargo, no son sólo estas especies las que sufren las consecuencias de los envenenamientos, otras muchas especies, muchas de ellas protegidas, se alimentan también de los cebos ponzoñosos y mueren, muchas veces con gran sufrimiento. También, los venenos acaban afectando a las personas a través de la cadena trófica.

El uso de venenos para cazar o dar muerte a animales en la naturaleza es ilegal en España, de hecho, está catalogado como delito. Sin embargo, de un tiempo a esta parte ha crecido de forma espectacular ante la falta de medios de vigilancia ambiental y el escaso celo de las administraciones a la hora de perseguir este grave delito ambiental. Los envenenadores, por otra parte, refinan sus técnicas para no ser localizados a medida que se ven acosados por las campañas de sensibilización de las organizaciones ecologistas o cuando llega alguna noticia de una condena o una multa por colocación de venenos. Es cierto que las Administraciones ambientales y de justicia y el SEPRONA se están involucrando cada vez más en perseguir el uso de venenos, pero también lo es que su actuación es insuficiente y que los casos de envenenamiento siguen produciéndose casi diariamente.

Los datos oficiales del propio Ministerio de Medio Ambiente al respecto son dramáticamente espectaculares.

“Entre 1990 y 2001 se registraron 5.623 casos de envenenamiento. En total, en ese periodo de 1990-2001 se detectó un uso regular del veneno en 1.338 Términos Municipales de España, con 1.887 cotos, fincas o parajes identificados dentro de éstos

Las Comunidades Autónomas donde mayor número de animales envenenados han sido hallados son Andalucía y Castilla y León, sumando entre ambas el 55.3 % de los envenenamientos registrados. Las tres Comunidades que les siguen son Castilla La Mancha, Aragón y Baleares.

De los 404 lugares donde se encontraron cebos envenenados en el periodo 1990-2000, la mayoría (59.6 %) lo fueron en cotos de caza menor. A partir de la mitad de esa década, aunque en los cotos de caza se siguió colocando el mismo veneno de siempre, su porcentaje sobre el total disminuyó, hasta reducirse en el año 2001 al 28.4 % de los casos detectados, debido a que el uso de veneno aumentó de forma alarmante en la agricultura y la ganadería. En esta situación, el uso ilegal y generalizado de veneno amenaza con la extinción de varias especies protegidas e incluso podría originar por accidente alguna catástrofe de salud pública.

De los envenenamientos registrados -en los que se han excluido mortalidades producidas con especies urbanas- un total de 2.390 ejemplares (42.5 % del total) están incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Además de las especies del Catálogo Nacional, la mortalidad por envenenamiento de perros domésticos y asilvestrados es muy alta. En esta década, se han detectado 1.411 casos de envenenamientos de perros, con una frecuencia, distribución y tipo de veneno identificado similar a las especies del Catálogo.”

Para hacer frente al problema del veneno las organizaciones ecologistas nos hemos unido para actuar de forma decidida, constante y coordinada en el marco del PROGRAMA ANTÍDOTO.

Este programa se inició en el año 1998 y se encuentra ahora en su segunda fase de desarrollo. Además de Ecologistas en Acción se han incorporado a él como núcleo motor del mismo, WWF-Adena, SEO/BirdLife, Grefa, Fapas y Fundación para la Conservación y Protección del Buitre Negro. Otras muchas organizaciones colaboran o participan de acciones concretas de persecución del uso de venenos.

Las principales acciones del programa ANTIDOTO son:

• participar en la elaboración y desarrollo de las Estrategias Nacional y Regionales de Lucha contra el Uso de Venenos

• realizar estudios de campo y rastreos al objeto de detectar el uso de venenos en coordinación con Seprona y agentes medioambientales

• denunciar los casos tanto por la vía penal como por la administrativa

• campañas de sensibilización de la población en general y de los colectivos más directamente implicados en el uso de venenos

• Teléfono SOS veneno para avisos urgentes

• promover la mayor implicación de las instituciones locales, regionales, nacionales y europeas en la lucha contra el veneno

• desarrollar proyectos piloto para erradicar el veneno de nuestros campos.

Ecologistas en Acción desarrolla actuaciones particularmente relevantes en la lucha contra el veneno a escala estatal en dos de las Comunidades Autónomas con mayor problemática, Andalucía y Castilla-La Mancha. En Andalucía se esta desarrollando la segunda campaña regional contra el uso del veneno, en la que se trabaja prioritariamente la concienciación y la sensibilización de los colectivos implicados. En Castilla-La Mancha se desarrolla una intensa labor sobre el terreno en varias de las áreas más castigadas por este problema. Recientemente se ha conseguido la primera condena de un envenenador en la provincia de Toledo, en un caso que provocó la muerte de un buitre negro.

El 23 de septiembre de 2004 la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza (compuesta por los Directores Generales de las 17 Comunidades Autónomas y el Ministerio de Medio Ambiente) aprobó la ESTRATEGIA NACIONAL CONTRA EL USO ILEGAL DE CEBOS ENVENENADOS EN EL MEDIO NATURAL.

Si conoces un caso de uso de venenos llama al
TELÉFONO GRATUITO «SOS VENENO»: 900 71 31 82