El 15 de diciembre de 1972, la Asamblea General de Naciones Unidas, en su Resolución 2994 (XXVII), estableció los 5 de junio de cada año, la celebración, en todo el mundo del Día Mundial del Medio Ambiente, dando inicio de esta forma, a la Conferencia de Estocolmo (Suecia) sobre el Medio Humano. También ese mismo día la Asamblea General de la ONU aprobó la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cuyos programas son un referente mundial.

El Día Mundial del Medio Ambiente es un vehículo por el cual la Organización de Naciones Unidas sensibiliza a la opinión mundial en relación a temas ambientales, intensificando la atención y la acción política. Los objetivos son darle un contexto humano, motivar que las personas se conviertan en agentes activos del desarrollo sustentable y equitativo, promover el papel fundamental de las comunidades en el cambio de actitud hacia temas ambientales, y fomentar la cooperación, como garante de un futuro más próspero y seguro. Debe ser un día de reflexión sobre cómo está el medio ambiente en nuestras localidades y de reivindicación de los aspectos deteriorados que podríamos mejorar.

Algo más de 100 años nos ha bastado para poner en riesgo nuestro medio, y por tanto, a nosotros mismos dentro de este medio ambiente degradado, causante de dos tercios, en torno a un 65%, de las enfermedades que se sufren durante la infancia, según la Unión Europea (UE) y la Organización Mundial para la Salud (OMS) y causante de 16.000 españoles que mueren al año por contaminación del aire (Cristina Narbona, ex-ministra de Medio Ambiente).

En Arcos de la Frontera, canteras, central térmica, usos eficientes del agua y la energía, uso de productos químicos para la agricultura, que tanto daño está haciendo a la flora, fauna y a la salud humana, implementar la recogida selectiva de basuras y el ruido (no olvidemos que, después de Japón, Arcos de la Frontera es el lugar más ruidoso del mundo) serían puntos de inflexión ambiental sobre el que las autoridades locales y los arcenses debiéramos reflexionar conjuntamente en el espacio adecuado que la legislación establece para ello y que no es otro que el Consejo Local de Medio Ambiente, y que, desde esta ventana, proponemos a la corporación local su puesta en marcha.

Este 2008 la sede será Nueva Zelanda, y el tema es: Deje el habito! Hacia una economía baja en carbono. En Arcos de la Frontera, campiña de Jerez y estribaciones de la Sierra de Cádiz, nos pueden convencer de que no utilicemos tanto los coches y que ahorremos energía eléctrica, pero el mayor impacto ambiental negativo lo produce los 5.600.000 toneladas de CO2 anuales que emite la central térmica en ciclo combinado, y que emitirá todos los años durante los 30 años que va durar la concesión de su funcionamiento.