La opinión de Ecologistas en Acción Cantabria acerca de la ubicación
decidida por el Ayuntamiento de Torrelavega para la estación de autobuses en
la finca La Carmencita, es la que ha sido siempre desde que se anunciara por
primera vez en el año 2005 esta ubicación. Pues bien, ahora que parece se va
a llevar adelante ese proyecto, expresamos nuestra más rotunda
disconformidad por varias y creemos poderosas razones, a saber:

1º.- Se trata de una decisión puramente política que ignora los informes
técnicos concernientes a la idoneidad de esta finca para albergar la
estación de autobuses. Los informes técnicos del propio Ayuntamiento, así
como los del equipo de la Universidad de Cantabria que realizó el estudio
proyecto para el transporte público colectivo en Torrelavega, e incluso la
propia Dirección General de Transportes de gobierno de Cantabria, rechazaban
este lugar por los problemas de movilidad existentes en esa zona de la
ciudad y por el agravamiento que conllevaría para esa entrada a la ciudad,
la instalación allí de esa estación.

2º Se ha pretendido revestir de idoneidad a ese emplazamiento para la
estación, añadiéndole el apellido de intermodal, que el tiempo ha demostrado
lo que ya advertíamos en su día: no hay nada concreto que nos permita
calificarla así, es puro humo. Primero se dijo que FEVE construiría junto a
la Carmencita un apeadero. Después se anunció que se iba a construir un
paseo para la conexión peatonal entre La Carmencita y FEVE. Y ahora ya se
reconoce que la estación de La Carmencita no será intermodal, lo cual es
netamente cierto pero inadmisible en los tiempos que corren y a tenor de las
necesarias políticas de cambio de modelo energético, potenciando el
transporte público colectivo y sostenible.

3º Que la gran mayoría de la población de Torrelavega no está de acuerdo con
ubicar en La Carmencita de la estación de autobuses. En el estudio sociológico
sobre el tráfico y la movilidad realizado por Ecologistas en Acción
Cantabria el año 2006, solo el 7,7% de los torrelaveguenses estaban de
acuerdo con dicha ubicación, frente al 53% que prefería la estación de
autobuses junto a la de FEVE. Por otro lado, en una encuesta llevada a cabo
recientemente por un medio de comunicación, se refleja que dos terceras
partes de los ciudadanos de esta ciudad prefiere la estación de autobuses en
otro lugar que no sea La Carmencita, con lo cual queda patente que la
decisión municipal es ajena a las preferencias de la mayoría de los usuarios
a los que debiera dar servicio.

Es evidente que el lugar donde se instale un servicio público, es decisivo
para el buen funcionamiento del mismo, pero cuando este servicio es una
estación de transporte público, el factor clave es su ubicación de manera
que se garantice lo que hoy por hoy es algo irrenunciable, como es la
característica de intermodal y, a todas luces, La Carmencita no es el lugar
adecuado al no poder conseguirse allí esa característica. Así, lejos de
poder ayudar a solucionar los problemas de movilidad de la trama urbana, a
través del incentivo de los medios alternativos para los ciudadanos
residentes y de paso, así como para el fomento movilidad real y
verdaderamente sostenible, incrementará los problemas existentes con la
introducción de más de 600 movimientos diarios de vehículos voluminosos como
son los autobuses que irán y vendrán a la estación, en un punto ya muy
conflictivo para el tráfico y por tanto gran generador de contaminación
atmosférica y acústica.

En un momento de crisis económica supone un nuevo despilfarro construir una
segunda estación de autobuses que no satisface las necesidades de la ciudad.
Ya tenemos una estación de autobuses en El Zapatón que ha resultado
insuficiente sin que ningún responsable haya recibido sanción o reprobación
alguna. Ahora estamos ante un segundo fiasco anunciado y una nueva forma de
enterrar dinero público y nos tememos que tampoco nadie responda de sus
errores ante la ciudadanía.