La Comisión de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Salamanca aprobó un proyecto de la empresa promotora del nuevo edificio que se ha construido en la calle Gibraltar (ahora llamada del Expolio), junto a la Casa Lis, que implica la eliminación de cinco cipreses y una mimosa que se encuentran en el Huerto de Calixto y Melibea. Estos árboles están situados muy cerca de una de las paredes laterales del nuevo inmueble, donde se han abierto ventanas que no figuraban en el proyecto inicial del edificio, también con la bendición del Ayuntamiento. Ahora son los árboles los que impiden que estas viviendas tengan más luz. El Ayuntamiento continúa así su labor arboricida, tratando el arbolado maduro como si fuese mobiliario de quita y pon.

Con el fin de mostrar el rechazo a esta nueva tala de arbolado en la ciudad, miembros de la asociación Ecologistas en Acción de Salamanca se concentraron el pasado domingo a las 12:00h en la puerta del Huerto.

Recordando algunas eliminaciones importantes de arbolado maduro en la ciudad destacan: los chopos en la remodelación del Parque de Picasso, en contra de lo previsto en el proyecto, en la construcción de la Glorieta de Castilla y León, también en el Campo de San Francisco, en la plaza de La Fuente (cuyos plátanos se trasplantaron pero, dejados a su suerte en La Aldehuela, acabaron por secarse en su mayor parte), en la Gran Vía, en la plaza del Barrio Vidal, en la plaza de San Justo.

“En lugar de adaptar las obras públicas para conservar los árboles, estos son las primeras víctimas, lo cual impide que exista arbolado de gran porte en nuestra ciudad. Y, en todo caso, si no quedase otro remedio, queda la posibilidad del trasplante en lugar de la tala salvaje y con saña”, comentan los ecologistas.

Rechazan el argumento de que no pasa nada por talar algunos árboles puesto que se repondrán en mayor número, o en el caso del Huerto de Calixto y Melibea por otros de menor altura, porque no es lo mismo un árbol maduro que otro recién plantado, que es posible que no prospere, y si se quiere plantar árboles que se haga pero conservando los ya existentes. Ecologistas en Acción exige que se integre el arbolado maduro en los nuevos proyectos, evitando la tala o el trasplante, adaptando la obra al arbolado y no a la inversa.

El Servicio municipal de Jardines se limita a inventar excusas para justificar las talas y a proponer costosas plantaciones de nuevo arbolado, que no siempre prospera por falta de atención. Los plátanos se presentan como dañinos para las aceras y las conducciones y se da como única alternativa la tala cuando se podrían adaptar sin mayores problemas como se hace en otras ciudades. Según Ecologistas en Acción “Los chopos se talan porque según dicen los incompetentes técnicos de jardines del Ayuntamiento son un riesgo potencial para los viandantes y vehículos. Ojalá el Ayuntamiento fuera tan diligente a la hora de prevenir el peligro cierto de atropellos en nuestra ciudad, al ritmo de más de cien peatones por año”.

Se puede sumar también a la labor activa del Ayuntamiento su papel permisivo hacia las talas privadas. Ecologistas en Acción denunció la tala ilegal (sin licencia municipal) de más de 25 chopos por parte de la Gerencia del Hospital Clínico y pocos días después fue la Universidad Pontificia, nuevamente, la que eliminó los chopos situados ante la residencia que ha construido en la Avda. Ramos del Manzano (frente al edificio FES del Campus Unamuno).

También ha ocurrido recientemente un caso similar en el patio del colegio público Campo Charro, enfrente del Hospital Clínico, donde se han talado decenas de chopos y cipreses, “por motivos de “seguridad” para los alumnos y las alumnas, cuando podía haber bastado con una poda o tala selectiva de los ejemplares enfermos o en mal estado. Ahora el patio del colegio parece un solar desértico. ¡Vaya ejemplo educativo!”, comentan los ecologistas. La asociación ya denunció hace tiempo este atropello contra el arbolado.

Otras casos de talas de arbolado maduro en la ciudad son las efectuadas por Construcciones Curto en la Avenida de Raimundo de Borgoña junto al Cuartel de Ingenieros de General Arroquia, en la residencia de los Trinitarios en la Avda. de Filiberto Villalobos, en los terrenos de la Universidad Pontificia frente a la Facultad de Comunicación en el Campus, en la trasera del Colegio Universitario de los Maristas o la de los jardines del Hospital de la Trinidad, donde se ha construido un aparcamiento subterráneo. Estas talas en propiedades privadas están reguladas por una ordenanza municipal que obliga a obtener licencia pero se incumple sistemáticamente ante la pasividad de los técnicos municipales. Ecologistas en Acción exige al Ayuntamiento que estas talas no se permitan salvo en casos excepcionales y cuando se autoricen se condicionen a la reposición del arbolado pero con plantones de gran porte.