El Estudio sobre la Distribución de Muertes en España, dirigido por Joan Benah, toma como base un período de 9 ó más años, en el que se han analizado exhaustivamente la distribución de varios millones de fallecimientos, usando los métodos estadísticos más fiables de que se disponen, no se trata, por tanto, de una muestra. La cantidad de información obtenida es enorme, pero lo que más llama la atención de los científicos es que la peor situación de toda España se concentra en el triángulo que conforman Cádiz, Huelva y Sevilla, encontrándose el riesgo de mortalidad más elevado aún en Cádiz, tanto en hombres como en mujeres. Allí donde reside tan sólo el 8% de la población, se produce hasta un tercio (2.884 casos para ser precisos) del conjunto de los fallecimientos anuales, que rompen con lo previsible conforme a la media estadística que se da en todo el país.

Siendo las principales causas de muertes la enfermedad isquémica del corazón y el cáncer de pulmón, estos científicos descartan la influencia genética, ya que ésta casi nunca produce efectos inevitables, Fumar, beber alcohol en exceso, no hacer ejercicio físico o tener una alimentación inadecuada la consideran perjudicial , pero no son factores exclusivamente personales, ni tampoco pueden justificar los datos.

Los datos disponibles, siempre según la opinión del grupo de expertos entre los que se encuentra la Escuela Andaluza de Salud Pública, coinciden en la hipótesis de que esta concentración de áreas de alto riesgo se debe a la exposición conjunta de factores ambientales, laborales y socioeconómicos, diciendo que la creación a partir de los 60 de los polos de desarrollo, ubicó en la zona muchas industrias potencialmente peligrosas para la salud de los trabajadores y sus familias (palabras textuales del experto), citando expresamente la industria petroquímica de Algeciras.

Igualmente inciden, al señalar que un cluster (según la terminología científica agregado de áreas) tan fuerte de zonas de riesgo como éste no es algo, desde luego, que sea muy frecuente, Sin embargo, según el grupo de trabajo, las iniciativas que se han tomado no son suficientes, ni han provocado las acciones de salud pública suficientes. Estas serían, según los expertos, por lo consistente y asombroso del estudio, tarea de investigadores y políticos.

El informe merece ser estudiado con profundidad por las autoridades competentes. Es más, se sugiere que las zonas marcadas en este triángulo «deberían ser la prioridad de las políticas sociales y sanitarias en España».

Esto, sencilla y desgraciadamente, viene a corroborar lo que Ecologistas en Acción viene solicitando desde el año 1987, por lo que vamos a reanudar la campaña de recogida de firmas iniciada en su día para la urgente realización del Estudio Epidemiológico y la NO ADMISIÓN BAJO NINGÚN CONCEPTO DE AMPLIACIONES INDUSTRIALES EN LA COMARCA mientras estos datos tan alarmantes no queden completamente aclarados y las autoridades competentes tomen de una vez y seriamente cartas en el asunto.

Los estudios realizados por el CSIC en la comarca donde se detectan altas concentraciones de sustancias cancerígenas y perjudiciales para la salud relacionadas con la actividad industrial no puede, bajo ningún concepto, ampliarse con más emisiones industriales, sino por el contrario, paliarse o anularse, como bien dicen estos expertos, «mientras no se demuestre lo contrario y ante una situación como ésta no caben excusas para no actuar».