En el BOJA del 12 de mayo del presente aparece un anuncio por el que se establece un plazo para el trámite de audiencia en el procedimiento de inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, en calidad de Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de “Monumento”, la vivienda del fallecido arquitecto austriaco Bernard Rudofsky, sita cerca de Frigiliana.
Según nuestra información, esta vivienda fue construida en los años 70s al abrigo de un Plan Parcial con parcelas de 10.000 m2 (Cortijo San Rafael), por lo que en principio es un vivienda legal, nada comparable a las que se suelen hacer en suelo rústico no urbanizable en calidad de “casas de aperos”. En primer lugar, la vivienda se ha construido con arreglo a un plan urbanístico y en segundo lugar se ha hecho de forma respetuosa respecto del urbanismo popular de la zona.
Sin embargo, para GENA-Ecologistas en Acción, es muy dudoso que este edificio reúna suficientes argumentos para ser catalogado como “monumento” en el Catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz, por las siguientes razones:
- El edificio, a pesar de que se hizo hace ahora casi cuarenta años, no deja de ser un edificio moderno. Aunque reconocemos la valía de los fundamentos arquitectónicos del edificio, como teoría de lo que debe ser una vivienda mediterránea, su distinción no debería ser un BIC sino más bien un “edificio notable”, de interés cultural o académico, formando parte del Catálogo de la Arquitectura Contemporánea de Andalucía.
- Aunque el edificio es respetuoso con la arquitectura popular, en el sentido de que ha excluido los nefastos elementos que caracterizan a los edificios que le rodean en la misma urbanización (ej. porches con arcos, desmontes, etc.), de ningún modo debe ser catalogado como patrimonio de nuestra región, y menos aún que forme parte de nuestra historia, puesto que ni su diseño ni su uso forman parte de nuestra cultura.
- Cuando se declara un BIC se debe preservar también su entorno. Sin embargo en el entorno de este edificio hay un amasijo de mansiones con piscinas y algunas pistas de tenis, con elementos distorsionantes extremos, y algunas de dudosa legalidad, que en nada podrán resaltar los supuestos elementos positivos de la mencionada vivienda.
GENA-Ecologistas en Acción lamenta que en Frigiliana se haya prestado tanta atención a este modesto edificio y sin embargo haya descuidado gran parte de su auténtico patrimonio histórico en suelo rústico: los antiguos cortijos. A nuestro juicio, son estos edificios, tanto en Frigiliana como en los demás municipios de la comarca de la Axarquía, los que son susceptibles de ser catalogados como BIC, puesto que son testimonios de un modo de vida, vinculada a las explotaciones agrarias de nuestra comarca.
Actualmente algunos de estos cortijos han sido rehabilitados de manera respetuosa, logrando sus moradores mantenerlos en pie para disfrute de generaciones venideras. En cambio, en otros casos, estos cortijos han sido literalmente demolidos para construir en su lugar viviendas modernas de estilos variopintos, discordantes e irrespetuosas con la arquitectura popular. Ahora que se están haciendo los PGOUs de los ayuntamientos de la comarca, es momento de inventariar estos cortijos e iniciar expedientes de declaración de BICs, antes de que desaparezcan de nuestro territorio y dejen un hueco imperdonable en nuestro legado histórico.