Un Parque Nacional para desproteger un espacio natural

El Plan de Ordenación de Recursos Naturales de la Sierra de Guadarrama, cuyo principal objetivo es propiciar la declaración de un Parque Nacional, paradójicamente se ha convertido en la llave para desproteger uno de los enclaves naturales más valiosos de Madrid, y por ello muy codiciado por el sector inmobiliario. Tampoco resulta muy halagüeña la situación en Castilla y León tras lo poco que se ha conocido de la parte segoviana del futuro Parque Nacional.

Mª Ángeles Nieto, Ecologistas en Acción

La Sierra de Guadarrama pertenece al Sistema Central y se sitúa a caballo entre dos comunidades autónomas. La ladera sur se incluye enteramente en la Comunidad de Madrid y la vertiente norte se reparte entre las provincias de Segovia y Ávila, en Castilla y León. La Sierra en su conjunto y en especial algunos enclaves, ha mantenido a lo largo del tiempo grandes valores naturales pese a la cercanía de grandes núcleos de población en sus dos vertientes y a la proximidad de la ciudad de Madrid.

Entre los mayores tesoros naturales de la Sierra hay que destacar magníficos roquedos como La Pedriza, ejemplar asociación de casi todas las formas graníticas definibles. Esta característica le ha valido la designación de Reserva de la Biosfera y su inclusión en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Otras formaciones casi excepcionales, de la Sierra son los pequeños enclaves de turberas en zonas de cumbres y las lagunas de alta montaña de origen glaciar, incluidas en el Parque Natural de Peñalara. El valor ecológico de estos humedales ha sido recientemente reconocido a escala internacional mediante su inclusión en la lista Ramsar. También, algunos relictos de vegetación eurosiberiana formados por pequeños bosquetes de abedules, pequeños reductos de sabina albar y acebedas, o los hayedos, ya en el dominio de Somosierra, son valiosos testimonios de una vegetación atlántica que cubrió esas laderas en otros tiempos.

Este conjunto de hábitats está poblado por un contingente faunístico importante. En la ladera norte sobresale una de las mayores poblaciones de águila imperial y en la vertiente madrileña, en el Valle de El Paular, se localiza la segunda colonia de buitre negro más importante del Estado español.

Tampoco hay que olvidar la riqueza histórica, paisajística y cultural. En Segovia se encuentra el palacio de La Granja de San Ildefonso y la Real Fábrica de Vidrio enclavados en los pinares de Valsaín, montes gestionados por el Organismo Autónomo Parques Nacionales. En la ladera sur se levanta el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, declarado Patrimonio de la Humanidad e incluido entre las ocho maravillas del mundo. El Monasterio está integrado en el paisaje y tan importante como el monumento es su entorno boscoso formado por robledales y pinares. Por ello, en 1961 se declaró a este conjunto Paisaje Pintoresco del Monte Abantos y la Herrería.

A un nivel más modesto, pero no por ello menos valioso, hay que resaltar la cultura tradicional, la arquitectura popular y los usos primarios del suelo, adquiridos y desarrollados a lo largo del tiempo por los habitantes de la Sierra. Todo ello ha ido modelando un paisaje cada vez más escaso pero digno de conservar, especialmente en las zonas menos transformadas como el Valle de Lozoya y Sierra Norte.

Sin embargo, la conservación de esta diversidad ecológica, histórica y cultural está seriamente amenazada; la proliferación masiva de las nuevas áreas residenciales y turísticas, junto a las grandes infraestructuras (autopistas, AVE), están creando problemas muy graves para la propia supervivencia de la montaña y sus recursos.

El Parque, una vieja aspiración

A pesar de las figuras de protección ya existentes, una de las aspiraciones más antiguas para proteger de forma integral las dos laderas de la Sierra de Guadarrama es su declaración como Parque Nacional. Los primeros intentos se remontan a los años veinte del pasado siglo. Tras posteriores tentativas fallidas, en 2001, el entonces Presidente de la Comunidad de Madrid, anunció el inicio de la tramitación de la declaración del Parque Nacional del Guadarrama. A continuación encargó a Eduardo Martínez de Pisón los estudios del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN). Todo parecía indicar que la propuesta culminaría con éxito.

Sin embargo, en 2003, tras el cambio de Gobierno regional de Madrid y la desaparición de la Consejería de Medio Ambiente como órgano autónomo, el retroceso en política ambiental en Madrid ha sido dramático. Presionada por las circunstancias, más que por propia convicción, la nueva Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio retoma el proyecto de Parque Nacional iniciado por la anterior Administración. Sin embargo, la falta de participación y de transparencia en el procedimiento de elaboración del PORN, denunciada por Ecologistas en Acción, no auguraba un final feliz.

En este contexto, la Comunidad de Madrid, ha presentado la propuesta de PORN de la Sierra de Guadarrama. El documento zonifica el ámbito de estudio (100.597 hectáreas) en un Parque Nacional que tendría una extensión de 34.500 ha –esta superficie engloba totalmente al actual Parque Natural de Peñalara y su Zona Periférica de Protección y parcialmente al Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares–. Rodeando a este espacio se propone la creación de una Zona Periférica de Protección que se subdivide en diferentes figuras de protección –Parque Regional del Guadarrama, Paisaje Protegido del monte Abantos y zonas de transición–. Hasta aquí todo parece ir bien, la decepción y la constatación de los temores iniciales llegan al estudiar detalladamente la propuesta.

Por su parte, Castilla y León, a mitad de mayo ha hecho pública una propuesta de protección aún más timorata, tres veces menor que la de la Comunidad de Madrid, al plantear sólo la inclusión de 11.000 hectáreas dentro de la figura de Parque Nacional (ver cuadro)

Perversión ambiental: proteger para desproteger

Tras analizar el documento del lado madrileño (no está accesible aún el del lado castellano-leonés) lo que se comprueba es que el PORN no protege nada que ahora no esté protegido y, además, obvia la legislación y normativa de aplicación en los diferentes espacios protegidos que ya existen. De esta manera se establecen directrices y normativas no sólo que no incrementan la protección de la Sierra sino que la reducen. Es especialmente relevante la ausencia de limitaciones a los desmesurados desarrollos urbanísticos que están planteando la mayor parte de los municipios.

Para entender mejor la situación analizaremos por separado las circunstancias que se dan en el ámbito que el PORN propone como Parque Nacional y en el resto del Área Periférica de Protección. En relación al primero, la Comunidad de Madrid plantea un Parque Nacional muy sui generis donde no se cumple prácticamente ninguna de las directrices del Plan Director de Parques Nacionales: se consolidan las dos estaciones de esquí que se encuentran en su interior, se permite la caza y la pesca, se considera compatible la extracción de madera y no se prohíbe ni la ampliación de las carreteras existentes ni la construcción de otras nuevas. Además, la propuesta de Parque Nacional reduce drásticamente las zonas de máxima reserva ya existentes en la Sierra de Guadarrama.

En el ámbito del PORN, existen dos estaciones de esquí alpino, Valdesquí y Navacerrada. El PORN no considera su desmantelamiento ni transformación a modalidades más blandas. Por el contrario, permite la construcción de nuevas edificaciones, rehabilitar (incluyendo incrementos de superficie y/o volumen) las instalaciones existentes y se autoriza el cambio de uso.

En relación a la caza y la pesca, el PORN permite estas actividades en el Parque Nacional. Esto supone desproteger las zonas de Reserva Natural del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, donde ahora se prohíbe cazar, y las zonas de Reserva Biocinegética del Parque Natural de Peñalara, donde no se permite pescar.

Seguimos. El PORN propone dentro del ámbito del Parque Nacional la declaración de minúsculas zonas de reserva. Estas coinciden con lagunas de origen glaciar. Sin embargo, tanto el número como la superficie de protección son inferiores a los actuales. Por ejemplo, el Parque Natural de Peñalara cuenta con cinco zonas de máxima reserva que en el PORN se reducen a cuatro rebajando, además, de 50 a 10 metros la franja de protección en torno a las lagunas. ¡Sólo el Catálogo de Embalses y Humedales de la Comunidad de Madrid concede más protección a las lagunas de origen glaciar que el propio PORN! En el Catálogo se incluyen los 235 humedales de Peñalara con una franja de protección de 50 metros.

El tratamiento que el PORN da a las carreteras es otro de los aspectos más conflictivos. El Plan Director de Parques Nacionales no permite la construcción de nuevas carreteras ni la ampliación de las ya existentes. En el mismo sentido se expresa la normativa de los espacios protegidos ya existentes. El PORN de la Sierra de Guadarrama, ni en las directrices ni en la normativa, menciona ninguna de esas limitaciones.

Aún hay más. Fuera del ámbito del Parque Nacional lo más destacable es el tratamiento que se da al urbanismo en las Zonas de Transición. Si hay una actividad agresiva y que ponga en riesgo el futuro de la conservación de la Sierra de Guadarrama es el urbanismo. El tratamiento que hace el PORN de esta actividad es tan laxo y desregulador que no sólo no limita los crecimientos sino que permite actuaciones que ahora están prohibidas.

Así, el PORN, permite trasformar en urbanizable los suelos actualmente clasificados como no urbanizables protegidos si la fracción de cabida cubierta no alcanza el 30%. Es decir dehesas y pastizales podrán sucumbir bajo el ladrillo, eso sí, ¡en nombre de la protección! Igualmente, el documento considera que el suelo que ahora está clasificado como no urbanizable común (7.000 ha.), puede ser recalificado a urbanizable. Este dato no es irrelevante ya que en el ámbito del PORN el suelo urbano ocupa unas 6.600 ha. Es decir, el PORN no pone pegas a la posibilidad de recalificar, en torno al Parque Nacional, una superficie similar a la que actualmente está construida.

Concluyendo, podemos afirmar que la Comunidad de Madrid ha elaborado un PORN que de aprobarse estaría desprotegiendo de una forma alarmante la Sierra de Guadarrama y en especial aquellos territorios que están incluidos en espacios protegidos. El PORN propone la creación de un Parque Nacional que en lo único que se ajusta a esa figura de protección es en el nombre.

De esta forma, sin necesidad de desclasificar espacios protegidos ni derogar leyes ambientales, el Gobierno de la Comunidad de Madrid lograría un doble objetivo: lavar su imagen anti-ambiental con la posible declaración de un Parque Nacional descafeinado y liberar suelo para usos urbanísticos. De aprobarse este documento los efectos sobre la Sierra de Guadarrama y su entorno serían catastróficos.

Mientras tanto, ni los partidos de la oposición ni el Ministerio de Medio Ambiente han dicho ni una sola palabra sobre este asunto, a pesar de constituir una de las actuaciones más perversas de la política ambiental del Gobierno regional de la Comunidad de Madrid.

El Parque en Castilla y León

El 16 de mayo, el consejero de Medio Ambiente castellano-leonés, Carlos Fernández Carriedo, presentó una timorata y descafeinada propuesta de Parque Nacional para el lado segoviano de este espacio. La propuesta apenas incluye 11.000 hectáreas de cumbres dentro del ámbito del Parque Nacional, mientras que plantea, de forma poco definida, delimitar otras 72.000 ha con algún grado de protección.

Resulta curioso que queden fuera de esta propuesta de parque nacional espacios tan relevantes como algunos de los bosques que aportan los principales valores ambientales a la zona. A destacar los montes de Valsaín (el primer espacio natural protegido legalmente en España, desde 1579) que no están incluidos en esta rácana propuesta.