Un ejemplo de participación ciudadana en un barrio del Gran Bilbao

La Península de Zorrotzaurre (La Ribera de Deusto y Zorrotzaurre) es un paisaje post-industrial en el corazón del Gran Bilbao. Esta península de 57 hectáreas, rodeada casi por completo por las aguas saladas de la Ría de Bilbao y el Canal de Deusto, se sitúa a quince minutos andando del Museo Guggenheim. Alberga una comunidad pequeña pero vibrante de unos 500 vecinos; un gran numero de fábricas, la mayoría en desuso, constituyendo un importante patrimonio arquitectónico; y una gran riqueza de flora y fauna. Aquí, los vecinos de Zorrotzaurre estamos intentando crear un barrio sostenible, ante los intereses financieros y políticos que ven la zona como un paraíso para el desarrollo especulativo.

Robert Alcock y Almudena Garrido, Foro para un Zorrotzaurre Sostenible

Durante los últimos diez años, la reurbanización de las orillas de la Ría de Bilbao –con pisos de lujo y centros comerciales anclados por grandes edificios como el Guggenheim y el palacio Euskalduna– se ha extendido río abajo. A principios del nuevo siglo, estaba claro que Zorrotzaurre sería la siguiente zona a desarrollar. Debido a su posición estratégica en la Ría –el eje de la ciudad que actúa como motor económico de la región– la regeneración de la zona tendría un impacto profundo en el futuro de Bilbao. Sin embargo, no había información concreta sobre los planes para la zona.

Desde hace años, la indecisión sobre el desarrollo de la península por parte de las instituciones había tenido como consecuencia la degradación de las viviendas, servicios e infraestructuras. Ante el inminente desarrollo de la zona y la falta de información, la mayor parte de los vecinos miraba al futuro con temor e incertidumbre. Otros vimos una oportunidad de crear una ciudad diferente, un barrio ecológico que serviría como ejemplo para crear un Bilbao sostenible. No solo queríamos presentar críticas contra un sistema radicalmente insostenible, sino buscar soluciones a nivel local.

Surge el Foro

De aquí surgió la idea del Foro para un Zorrotzaurre Sostenible, un espacio para el diálogo abierto entre los distintos actores interesados en la zona. Los residentes podrían expresar sus preocupaciones, y vendrían expertos para hablar de ciudades sostenibles.

Desde la asociación de vecinos, comenzamos a buscar apoyo para el Foro. Nos encontramos, por parte de las administraciones, con una falta de conciencia de la crisis ambiental, y poco interés en la participación ciudadana. Su manera de actuar era más bien el suministro de información unidireccional a través de los medios de comunicación.

Se formó una Comisión Gestora para el área, compuesta por grandes propietarios e instituciones gubernamentales; no nos invitaron a los vecinos. Se anunció que un arquitecto de renombre iba a diseñar un plan para Zorrotzaurre. Al final, después de mucha especulación, nombraron a la superestrella anglo-iraquí Zaha Hadid, modernista sin experiencia en urbanismo.

Con las elecciones municipales de 2003, un nuevo partido entró en el Área de Urbanismo y Medio Ambiente que apoyó la idea de un foro de participación ciudadana. Con este respaldo fue más fácil conseguir el apoyo del Gobierno Vasco y de la Diputación Foral de Bizkaia a la iniciativa.

No sólo había que convencer a los políticos, sino también a algunos vecinos. Debido a una larga historia de dejadez y desarrollo impuesto desde fuera, desconfiaban del sistema y no creían en la posibilidad de tener una voz en su propio futuro.

En este contexto tuvo lugar la primera reunión del Foro, durante dos días de marzo de 2004. Los resultados fueron muy positivos. Acudieron 150 personas. Políticos, expertos, vecinos, y hasta un representante del equipo de Zaha Hadid, expresaron una gran diversidad de opiniones sobre Zorrotzaurre y su futuro. Hicimos contactos dentro y fuera del barrio. Los resultados y conclusiones se publicaron en un libro [1]

Pero pronto comprendimos cuánto trabajo quedaba por hacer. En octubre de 2004, llegó el momento esperado: el equipo de Zaha Hadid presentó su plan para el barrio. En algunos aspectos fue mejor que lo que temíamos: se iban a mantener todos los edificios residenciales existentes. Pero mientras hablaban de sostenibilidad, las únicas acciones reales propuestas eran reciclar el agua de lluvia y desviar el tráfico de la carretera de la Ría por el interior de la península. Era un plan 95% convencional.

Una gran actividad vecinal

El Foro siguió adelante, ahora con más ímpetu y con una mayor conciencia de participación por parte de los vecinos. A finales de 2004, organizamos un taller de participación ciudadana [2] que reunió a un total de 59 personas –vecinos, asociaciones, expertos, instituciones gubernamentales y actores económicos– que desarrollaron visiones para el futuro de Zorrotzaurre, que luego se debatieron y se votaron. Los resultados fueron muy alentadores: entre los cinco escenarios más votados estaban “Eco-ciudad”, el desarrollo integral de la península en base a criterios ambientales; “Zorrotzaurre Verde”, donde se da prioridad al espacio verde y a la regeneración de hábitats naturales; y “Barrio pensado para el peatón”. Juntas, estas tres ideas expresan la esencia de un barrio ecológico.

Al mismo tiempo realizamos otro taller, enfocado en un proyecto concreto en un lugar concreto, la punta norte de la península, un sitio clave para la futura identidad de la zona. Se propuso la creación de un centro de conocimiento y aprendizaje ecológico, que promueva y demuestre la sostenibilidad, actuando en el ámbito local y regional, basado en una filosofía de participación abierta (“open source”) y en el principio de que el ser humano es parte de la naturaleza. Sería un observatorio para estudiar y guiar el desarrollo de Zorrotzaurre y Bilbao hacia la sostenibilidad. ¿Castillos en el aire? Quizás, pero como dijo Thoreau, ahí es donde deben estar; ahora hay que levantar los cimientos bajo ellos. Con esta esperanza cerramos el año.

Parece que el Foro ha levantado algunos cimientos sólidos en Zorrotzaurre. Los vecinos están más seguros; se han abierto canales de comunicación con las instituciones y expertos, y se ha despertado una sensibilidad hacia una forma de desarrollo más sostenible. Sin embargo, estos cimientos no serán sólidos mientras la participación ciudadana sea algo puntual y excepcional, mientras no se implante una cultura de participación.

2005 fue un año para consolidar nuestra posición. Se organizaron más eventos en el barrio: viajes en barco por la Ría, se continuó con las charlas-debate sobre la historia local, la ecología, el patrimonio arquitectónico, la rehabilitación de los edificios existentes. Mantuvimos reuniones con las instituciones, y se presentaron las peticiones de los vecinos a éstas; abrimos negociaciones con el Ayuntamiento y con la Comisión Gestora para la rehabilitación de las casas; presentamos alegaciones a la modificación del Plan General de Ordenación Urbanística; reforzamos eslabones con las comunidades vecinas, que afrontan presiones similares; creamos un sitio web donde todos pueden contribuir con ideas, información, y enlaces; intercambiamos experiencias con grupos en otras ciudades…

También ha habido algunas victorias concretas. Gracias a contactos hechos durante los talleres, el traslado fuera del barrio del centro cultural La H@ceria fue cancelado. Prestamos nuestro apoyo a una campaña exitosa para cancelar el Bilbao Urban Circuit, una carrera de coches en la ciudad que fue un ejemplo del lamentable nivel de conciencia ecológica de las instituciones.

Este año, 2006, estamos intentando poner en práctica nuestras propuestas. Estamos organizando una serie de actividades alrededor de los puntos claves que salieron de los talleres y tendremos sesiones dedicadas a los siguientes temas: movilidad, eco-ciudad, Zorrotzaurre Verde, patrimonio y rehabilitación. Queremos definir y emprender acciones concretas para crear el barrio sostenible con el que soñamos. Este año se presentará una modificación del plan de Zaha Hadid que esperamos esté de acuerdo con los criterios de sostenibilidad y las ideas propuestas en el Foro.

Toda la región está experimentando una burbuja inmobiliaria; los precios alcanzan niveles cada vez más desorbitados, y el terreno desaparece bajo chalets y carreteras. A veces nos parece que este crecimiento económico incontrolado es una bestia monstruosa, y un Zorrotzaurre ecológico es como un cuchillo dirigido a su corazón. Seguimos empujando el cuchillo, pero parece que la bestia tardará tiempo en morir.

Notas

[1] Todas las publicaciones del Foro están disponibles en la sección de “Publicaciones” en www.zorrozaurre.org o contactando con info@zorrozaurre.org.

[2] Según la metodología European Awareness Scenario Workshop