El brote de botulismo aviar de la laguna de Navaseca, a falta de confirmar, es un hecho consustancial a los humedales de interior con temperaturas elevadas y escaso caudal, tan propicios en los meses de verano. Pero aspectos como la deficitaria calidad de las aguas de la depuradora de Daimiel, que surten al enclave, o el fuerte estrés hídrico, quizá hayan contribuido al problema.
Ecologistas en Acción Ciudad Real considera que no hay que dilatar más la puesta al día y mejora de la depuradora que recoge las aguas residuales urbanas de Daimiel.

Todo parece indicar que la mortandad de unas decenas de anátidas tuvo como origen a la bacteria Clostridium botulinum, que ingerida directamente o transmitida a través de larvas de moscas hospedadas en los cadáveres, se extiende rápidamente.
La retirada de ejemplares muertos o enfermos, junto al dispositivo de vigilancia llevado a cabo por la Junta para mantener bajo control la epidemia y que no alcance zonas sensibles como las tablas y las lagunas de Alcázar de San Juan o de Pedro Muñoz, responden a modelos de intervención reconocidos y manejados en estas situaciones por las/os especialistas.

La laguna de Navaseca fue en origen natural, al ser alimentada por las aportaciones del A-23, hasta constituir un vago recuerdo después de su sobreexplotación.La aparición de la depuradora de aguas residuales de Daimiel permitió, con el tiempo, su relleno y recuperación gracias a las aguas tratadas derivadas.Antes, terrenos de inundación de la otrora laguna eran ocupados por particulares para proyectos agrícolas (o sin ninguna vocación productiva) violando la Ley de Aguas, siendo consentido por los poderes públicos, que no hicieran nada por impedirlo.

Los vertidos de aguas residuales insuficientemente tratadas ponen en entredicho el papel benefactor de la instalación con respecto a la laguna.Cuando el pasado diciembre el Ayuntamiento de Daimiel desembalsó agua de la depuradora – a petición de un particular alertado ante un hipotético desbordamiento por las crecidas de un invierno excepcionalmente húmedo – se eludió un daño puntual pero asumible (la anegación de los terrenos de una sola persona que más tarde tendría opción a ser resarcida de alguna manera por la Administración) pagando un precio más caro en lo ambiental ; la liberación de unos volúmenes de agua con carga contaminante que llegaron al Guadiana y al acuífero por infiltración.

Actuación absolutamente irresponsable que Ecologistas en Acción puso en conocimiento de la CHG.Se dió la curiosa circunstancia de que el supuesto damnificado se había apropiado ilegalmente de parte del dominio público hidráulico de Navaseca.Todo un premio.

Igualmente, el escaso caudal que presenta la lámina de agua de la laguna, unido sobre todo a la concentración elevada de materia orgánica, pudo favorecer la aparición del brote de botulismo detectado.Partiendo de la base de que la estación depuradora debe garantizar tanto la calidad como la regularidad de sus aportes, entra en lo razonable vislumbrar como posible desencadenante del episodio de mortalidad de la avifauna al mal uso de la fuente emisora (depuradora).

No hay que demorar por más tiempo la ampliación de la depuradora y la implantación de tecnologías en los procesos de tratamiento y saneamiento de las aguas residuales de Daimiel según los estándares ambientales, y la cuidada recarga del acuífero, las tablas o la laguna de Navaseca.Tampoco la restitución íntegra de su vaso lagunar, expropiando o indemnizando debidamente a los usufructuarios ilegítimos que retienen parte de su área natural.