La central nuclear de Almaraz II (Cáceres) tuvo que parar el 31 de agosto por una avería de una válvula del presionador. Estos problemas se acumulan a los ya aparecidos anteriormente y seguramente son una consecuencia del aumento de potencia autorizado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

El 31 de agosto de 2010 se detuvo la central nuclear de Almaraz II (Cáceres) debido a un fallo de una válvula del presionador. Esta pieza tiene la función de mantener alta la presión del circuito de refrigeración primario para que el agua no hierva. El fallo total del presionador sería desde luego un incidente grave en la central. El papel de las válvulas de este elemento es clave porque son las encargadas de regular la presión, luego la parada ante un fallo de una de estas resulta desde luego imprescindible.

Este suceso viene a sumarse a los otros acontecidos tras el aumento de potencia de las dos unidades de Almaraz autorizado por el CSN. Los cambios de los parámetros de funcionamiento del reactor han dado lugar a una serie de desajustes que provocan sucesos como el del 31 de agosto.

El CSN autorizó ya el funcionamiento de Almaraz I por 10 años y hará lo propio con Almaraz II el año que viene, cuando expira su permiso de explotación. De esta forma se permite que las dos centrales aumenten potencia y funcionen durante más tiempo, aumentando los beneficios de sus propietarios. El problema es que los desajustes generados pueden dar lugar a un aumento del número de incidentes y de la inseguridad.

En particular, los propietarios de Almaraz se encuentran con un problema que creían resuelto, el de la corrosión de los nuevos generadores de vapor. Ecologistas en Acción quiere denunciar que estos elementos se cambiaron a mediados de los 90 con el anuncio de que no volvería a aparecer la corrosión, dado el nuevo diseño de estos caros elementos. Sin embargo, la realidad es tozuda y asistiremos en un futuro próximo a la necesidad de inspecciones y taponamiento de tubos que harán que los trabajadores de la central reciban mayores dosis radiactivas.

Ecologistas en Acción considera que es insensato en mantener la apuesta por la energía nuclear dado los numerosos problemas que acarrea y que debería procederse al cierre de las centrales según van cumpliendo 30 años, para evitar la acumulación de achaques que dan lugar a una merma de la seguridad inadmisible.