La décima cumbre de biodiversidad se ha cerrado esta tarde (madrugada en Japón) sin alcanzar acuerdos concretos en el principal punto de conflicto durante toda la cumbre: la financiación. Las partes no han sido capaces de llegar a un acuerdo definitivo y han aplazado para la próxima cumbre, en India en 2012, el compromiso de cifras concretas.

La cumbre de Nagoya ha llegado hoy a su fin sin definir una fecha
concreta para detener la pérdida de biodiversidad. En la misión del Plan
Estratégico aprobada definitivamente se hace mención a la necesidad de detener la pérdida de biodiversidad, pero sin señalar una fecha concreta para tal objetivo. Para Ecologistas en Acción, esta indefinición
demuestra el claro desinterés de las partes para afrontar el gran reto
al que se enfrenta el planeta.

Por otra parte, tampoco se ha podido conseguir el consenso de las
partes en lo que a financiación se refiere. Se ha establecido un
mecanismo para que los países estipulen sus necesidades económicas para conservar la biodiversidad y acordar mecanismos y cifras concretas a partir de 2012, pero no se han acordado cantidades específicas para
comenzar a trabajar.

También se ha alcanzado un acuerdo de mínimos en lo que se refiere al
Protocolo sobre Acceso y Participación de los Beneficios (ABS). Los
países africanos y el bloque del ALBA han mostrado sus reservas sobre el Protocolo, aunque han aprobado el texto porque, según han asegurado, prefieren un Protocolo débil a nada.

Bajo la apariencia de consenso adoptada en Nagoya se esconde la falta
de compromiso de la Comunidad Internacional, en especial de los países
ricos, para adoptar medidas que afronten las causas subyacentes de la
pérdida de biodiversidad. Los países ricos deberían asumir la enorme
deuda ecológica que arrastran por la devastación y usurpación de
recursos naturales durante siglos. La evidencia científica llevará, con
toda seguridad, en un futuro cercano a reconsiderar los acuerdos de
Nagoya y a afrontar con mucha más decisión y compromiso político la
tragedia de la pérdida de diversidad biológica.

Ecologistas en Acción considera que estos acuerdos carecen de valor sin
unos mecanismos de financiación que aseguren su cumplimiento. Para Jaume Grau, enviado de Ecologistas en Acción en Nagoya, la cumbre «ha sido más un ejercicio de economía que un verdadero esfuerzo para preservar la vida en el planeta» y añade: «los países han ido con la visión de firmar un acuerdo comercial más que con la responsabilidad de enfrentar una realidad acuciante».

Para Ecologistas en Acción, la cumbre de Nagoya ha supuesto una nueva oportunidad perdida para salvaguardar el futuro de la biodiversidad en la Tierra. La Comunidad Internacional, y en concreto los países desarrollados, se ha demostrado incapaz de asumir la responsabilidad del reto que tenía por delante y ha optado por aplazar la toma de decisiones en un momento que no admite retrasos.

Ecologistas en Acción recuerda que detener la pérdida de biodiversidad debe ser una prioridad para los gobiernos dado que en ella reside la posibilidad de un futuro seguro para el planeta.