Cuando se cumplen 7 años del grave accidente de la Rotura de la Presa Minera de Aznalcóllar Ecologistas en Acción Extremadura recuerda los fatídicos datos de aquel desastre medioambiental, una de las más importantes catástrofes ecológicas de Europa, que puso en peligro una gran joya de la naturaleza como es Doñana. Tras dicho accidente y la descoordinación inicial, con el tuyo-mío de los políticos de turno, se procedió a dar una respuesta quizá adecuada al problema creado, aunque no completa.
Mucho antes de ocurrir aquel suceso no fueron pocas las denuncias sobre irregularidades y las amenazas que suponían la citada balsa de Aznalcóllar, hechas por los movimientos Ecologistas.

Sin embargo Ecologistas en Acción denuncia que hoy en día la amenaza de rotura, filtraciones y contaminaciones de dicha balsa sigue patente. Al día de hoy todavía no se han realizado los trabajos para sellar finalmente la balsa, proceder a la inertización de los residuos mineros, la restauración de la corta y de las escombreras.
Así mismo de lo que se suponía una lección aprendida no tenemos más remedio que volver a echarnos las manos a la cabeza y denunciar el camino equivocado emprendido por la Junta de Extremadura, con la apuesta por macro-complejos geomineros como los de la Mina de Aguablanca y la Cementera de alconera, o la reciente propuesta de una refinería de petróleo en un modelo de desarrollo insostenible y depredador del medio ambiente. Este modelo especulador con los recursos naturales no hace sino hipotecar el futuro de las zonas donde se enclavan y no dejan de convertirse en una bomba de relojería que amenazan uno de los principales recursos naturales como es el agua. La Mina de níquel de Aguablanca se encuentra a tan sólo unos 200 metros de la rivera del Cala, que se embalsa en la presa del Gergal que abastece a Sevilla capital. Hay que entender que en el caso de la mina de Aguablanca, esta sólo durará 11 años pero los contaminantes químicos permanecerán allí muchísimos más.

Mina de Aguablanca (diciembre-2004)

Los principales problemas de esta mina son que al realizarse a cielo abierto(lo mismo que Aznalcóllar), la creación de escombreras(95 hectáreas con unos 50 metros de alto) y de lodos tóxicos(15 hectómetros cúbicos-3 veces el pantano de Tentudía que se acumularán en una balsa) son ingentes. La empresa se defiende con su gestión ambiental, tal y como en tiempos hizo Bolidén-Apirsa. Sin embargo la declaración de impacto ambiental es más que ambigua, trabajada más en despachos de políticos que de técnicos.

Todo para llenar principalmente el bolsillo de unos pocos, que como el caso de la Mina de Aguablanca se trata de una empresa de capital extranjero: de Canadá y Estados Unidos principalmente. La multinacional al igual que hizo Bolidén se compone de muchas filiales y empresas, creemos que con el objetivo de evitar consecuencias legales: Río Narcea Gold Mines, Río Narcea Recursos, Río Narcea Níquel… Ya ha recibido una sustanciosa subvención en torno a 1.100 millones en pesetas de fondos europeos destinados al desarrollo de Extremadura.

Dicen que es muy rentable esta mina, que el precio del níquel se encuentra muy alto… a las peticiones de Ecologistas en Acción Extremadura de que la mina fuese subterránea la empresa se amparó en la seguridad. Argumento engañoso, puesto que nada tienen que ver las minas de carbón con la del níquel y la seguridad en esta última de manera subterránea es infinitamente mayor. No queda aquí el engaño sino que además ellos ya proponen que parte de la explotación sea subterránea, al final de la explotación, cuando con el mínimo costo ( y mayor deterioro ambiental ) ya haya extraído casi todo el mineral a cielo abierto.

Estos proyectos tienen el elemento común de utilizar como justificación los puestos de trabajo que crearía en la zona, pues bien, los 1250 puestos de trabajo prometidos en la presentación oficial de la cementera en Alconera el 12 de Enero de 1999 que se quedaron en 97 de el DOE nº 100 del 28/08/2001, otro tanto de los mismo ocurre en la mina de Aguablanca y la creación de empleo local, a día de hoy según nuestros datos sólo están contratados 10 ciudadanos de Monesterio para esta mina, algunos de ellos como vigilantes de seguridad. De hecho la empresa ha traído a parte de sus trabajadores de Asturias donde está cerrando otras explotaciones mineras, ha firmado contratas y subcontratas, como la empresa leonesa “Peal” para el movimiento de tierras durante 3 años. Las condiciones de trabajo no son como decían y ya ha habido un día de paro por los bajos salarios en comparación con las 10 horas de trabajo diarias. Todo esto teniendo en cuenta que las obras empezaron en septiembre de 2003, sin tener licencia de obras, ni licencia de actividad, ni los permisos de Confederación Hidrográfica… Realmente no salimos de nuestro asombro y ya son cientos los ciudadanos que se están dirigiendo a los responsables para acabar con este atentado ambiental.

No nos extrañaría que dentro de unos años, bajase el precio del níquel ó se dijera que el filón no tenía la cantidad esperada ó la riqueza creída. Y algunos se agarrasen a la tan recurrida historia de “salvar los puestos de trabajo”, al prostituido “desarrollo”, al demagógico “interés general( de unos pocos)”… para sacar un buen puñado de millones de euros.

En el 7º aniversario de Aznalcóllar, seguimos sin aprender la lección y el que contamina cobra subvenciones.

Dedica unos segundos contra el proyecto minero de Aguablanca