El lobo ibérico (Canis lupus signatus) es uno de los pocos grandes carnívoros que existen en la Península Ibérica. Se alimenta básicamente de las presas que caza, grandes herbívoros y otros mamíferos de porte menor.

Históricamente se distribuía abundantemente por toda la Península, pero debido a la persecución sistemática que sufrió durante la mayor parte del siglo pasado estuvo a punto de extinguirse en los años 70. En los últimos tiempos el lobo, sobre cuyo estatus general en el conjunto de la península ibérica se mantiene en una situación general de indefinición, parece que ha empezado a tener presencia en algunos territorios de su hábitat natural en donde habría sido erradicado. En cambio en otros territorios permanece en una situación estacionaria, sin poder colonizarlos y sin haber un asentamiento espacio temporal continuo, tales como el País Vasco, Cantabria, La Rioja, etc.

Actualmente el lobo se mantiene con poblaciones relativamente estables al norte del Duero, donde puede ser objeto de medidas de gestión; mientras que al sur del Duero la población es frágil, está fragmentada y amenazada, siendo una especie totalmente protegida por la legislación nacional y comunitaria.

En términos ecológicos, el lobo ibérico es una especie clave en los ecosistemas. Los estudios científicos demuestran el papel crucial y la relevancia que los grandes depredadores tienen como especies claves para la conservación a largo plazo de la biodiversidad de los ecosistemas que ocupan. El lobo es una de estas escasas especies cuya influencia en los ecosistemas es mucho mayor de lo que su abundancia haría suponer. La presencia de poblaciones de lobos, reguladas en términos naturales, por ejemplo por la disponibilidad de presas y el grado de competición interespecífica y/o con otros predadores, puede jugar un papel esencial en el funcionamiento de los ecosistemas. Si somos capaces de mantener poblaciones saludables de lobos, podremos mejorar, en términos ecológicos, el conjunto de elementos naturales que con ellos coexisten. De hecho, las estrategias internacionales sugieren que en aras de conservar la biodiversidad se debe prestar especial atención al restablecimiento de las comunidades de grandes depredadores, como los lobos, allá donde han sido exterminados y donde existan hábitats viables para soportar su presencia desde el punto de vista ecológico y humano.

Ecologistas en Acción viene trabajando desde hace años por la conservación de la que sin duda es una de nuestras especies más emblemáticas, y con este calendario, que forma parte de los materiales divulgativos de esta organización para la conservación del lobo ibérico, además difunde las imágenes ganadoras y finalistas del concurso fotográfico sobre la conservación de esta especie.

Este calendario forma parte de la campaña de Ecologistas en Acción en defensa del lobo y las fotos aquí utilizadas fueron presentadas al Concurso fotográfico “La conservación del lobo ibérico”.