Ecologistas en Acción denuncia la anomalía de Palomares y pide su descontaminación, dado que los terrenos contaminados están ya vallados y que la contaminación está ya caracterizada. EE UU debería hacerse cargo de manera inmediato de este proceso de descontaminación.

Una vez terminadas las labores técnicas de caracterización del territorio contaminado urge en términos sociales, tanto locales como a nivel europeo, la limpieza total de la radiactividad que se encuentra en las tres zonas acotadas de Palomares y Vera. Este sería el siguiente paso, dado que en la actualidad ya se ha excluido toda actividad en los terrenos contaminados. En estos momentos es absolutamente seguro consumir productos de Palomares.

A nivel local urge la limpieza porque ya han pasado 45 años del accidente sin que nadie haya resuelto este grave problema de contaminación nuclear, los estadounidense lo hicieron sólo parcialmente y con fines que no eran de protección de la población sino de salvaguarda de sus secretos militares. Tras este largo tiempo se ha conseguido caracterizar la contaminación del territorio y vallar las zonas contaminadas. En estos momento sólo resta proceder a la descontaminación y a la evacuación de los residuos a los EE UU, siguiendo la política general sobre residuos a nivel internacional, según l cual cada país gestiona los residuos que ha generado.

A nivel europeo la limpieza de Palomares es una necesidad urgente porque, ahora que se sabe exactamente qué es lo que hay y dónde está, la imagen país de España se deteriorará significativamente si se mantiene esta situación anómala heredada del pasado oscuro del franquismo. Resulta anacrónico que permanezca contaminado este territorio dentro de la UE cuando existen medios para proceder a su limpieza total.

Por otra parte, Ecologistas en Acción, quiere denunciar la pasividad de la industria nuclear española que ha permitido esta situación durante 45 años, siendo además que se trata de una pequeña contaminación territorial radioactiva. Estos hechos aumentan la desconfianza de la población española ante este sector y ante todo nuevo intento de expansión de la industria nuclear, pues ya han demostrado fehacientemente su pasividad ante la contaminación. Palomares es y será un recordatorio de la ineficiencia y de la inoperancia del sector nuclear español.

Finalmente, se subraya la exigencia de que los EEUU contribuyan económica y técnicamente a la limpieza del territorio y que los residuos contaminados sean devueltos a territorio estadounidense. La población española no entendería, y no aceptará otra solución.