Ecologistas en Acción pide al Ayuntamiento de Logroño que la licencia pedida por Vodafone España S.A. para la instalación de una base de telefonía móvil, en el edificio de la calle Guillén de Brocar 19, le sea denegada.

Las razones presentadas por esta asociación ante el ayuntamiento se basan en el elevado impacta ambiental y social de este tipo de instalaciones.

El desarrollo de la telefonía móvil ha experimentado un crecimiento casi exponencial que ha supuesto la proliferación caótica de estas redes de telecomunicaciones y un aumento significativo de la contaminación electromagnética y de la percepción social del riesgo asociado a estas infraestructuras.

A este crecimiento se suman en la práctica un cúmulo de irregularidades urbanísticas que afectan a muchas instalaciones de telefonía móvil: carencia de la preceptiva licencia urbanística, vulneración de la altura máxima que determinan las ordenanzas de edificación municipales, incumplimiento de la norma básica española de protección contra incendios (NBE-CPI 96) e inexistencia de un estudio de carga sobre afecciones a las techumbres de los edificios por la instalación de pesos o carga de las estaciones base entre 2.500 y 5.000 kilogramos en el techo de la azotea de los edificios donde se instalan.

La Confederación de Asociaciones de Vecinos de España (CAVE), por su parte, afirmaban, a principios del 2000, que el 95% de las antenas de telefonía móvil existentes en España estaban mal ubicadas y, citaba como ejemplo que 15% de las 6.000 antenas instaladas en Madrid estaban situadas en centros sanitarios, colegios privados y geriátricos. De esta proliferación caótica, y de la desidia de los poderes públicos la instalación de antenas estaciones base en colegios y hospitales, como fue el caso de instalación en el Colegio de los Jesuitas. O bien una vez que tienen el prermiso, las compañias instalan más elementos en las estaciones bases sin pedir más permisos munipales, ejemplos : en la Plaza del Mercado en el numero 27 ( denunciado en su dia por esta asociación) o en Avenida de la paz en el numero 55.

Otro problema derivado de la implantación de las infraestructuras tiene que ver con el impacto paisajístico en el medio urbano y el impacto ambiental de contaminación electromagnética como una forma de contaminación atmosférica unido a las posibles afecciones sobre suelos medio natural o avifauna resultado de las obras instalación y del propio funcionamiento de estas instalaciones de telecomunicaciones. Y también los problemas derivados de compatibilidad electromagnética, interferencias y afecciones sobre determinados implantes médicos como marcapasos e implantes cocleares.

Desde diversas instancias científicas también se plantearon la necesidad de revisión de los niveles máximos de exposición, señalando que aunque habían estudios controvertidos sobre los efectos biológicos, sin embargo ya existía una abundante bibliografía biomédica sobre los efectos no térmicos, sobre su influencia en determinados tipos de proliferación celular, sobre cambios hormonales, ritmos circadianos, síndrome de radiofrecuencias etc. que hacen aconsejable como se han establecidos en otros países (Italia. La Confederación Helvética, China, Rusia), limitar al máximo los valores de inmisión a niveles muy bajos de exposición planteando el desarrollo del principio de precaución recogiendo las recomendaciones de la Conferencia Internacional de Salzburgo sobre Emplazamiento de Infraestructuras de Telefonía Móvil, Ciencias Aplicadas y Salud Pública, recomendado valores límites de densidad de potencia de 0,1 microvatios por centímetro cuadrado para estaciones base GSM (los valores de referencia del ICNIRP y la recomendaciones de la UE era de 450 microvatios por centímetro cuadrado) y un valor límite total de 10 microvatios por centímetro cuadrado para el conjunto total de radiaciones de alta frecuencia.

Y por último desde Ecogistas en Acción creemos que es necesario que cualquier procedimiento para instalación de estas redes de telecomunicaciones esté basada en criterios, como la necesidad de información y participación activa de los ciudadanos del entorno probable de la instalación, la búsqueda de diferentes alternativas junto a mecanismos de minimización de los impactos sanitarios, medioambientales y paisajísticos y una inspección y control de estas infraestructuras después de su instalación. Puntos estos que desde esta asociación creemos que no se dan ni por parte de las operadoras de telefonía, ni por parte de este Ayuntamiento.