En una reunión con la Comisaria Connie Hedegaard, Ecologistas en Acción ha criticado la falta de voluntad política de la UE para atajar verdaderamente las causas del calentamiento global.

La Comisaria de Acción Climática de la Comisión Europea, Connie Hedegaard, en una reunión matinal con organizaciones ecologistas y ONG de desarrollo, ha reconocido abiertamente que el dinero que la UE destina a las compensaciones de carbono (off setting) se lo llevan en su mayoria empresas multinacionales en cinco países emergentes (India, China, etc.) y “no sirve” -según Hedegaard- para que los países más vulnerables al cambio climático obtengan fondos de adaptación, pues a ellos no les llega nada. La Comisaria valora eso negativamente pero no por este último hecho, sino porque “estamos dando mucho dinero a China e India para que mejoren sus tecnologías en lugar de mejorar nosotros la nuestra, cuando ellos son nuestros competidores en la economía mundial”. Ecologistas en Acción valora muy negativamente que la Comisaria responsable del cambio climático priorice la competitividad comercial por encima de la crisis ambiental y social sin precedentes que afronta la humanidad.

Sobre la “Hoja de ruta para una economia baja en carbono en 2050”, que saldrá publicada la semana que viene, a parte del objetivo a largo plazo de una reduccion doméstica de al menos el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, habla de objetivos intermedios de reducciones de 20 a 25% para 2020. Hedegaard reconoció abiertamente en la reunión que ello no supone “ningún avance” respecto a los compromiosos que la UE ha adquirido previamente, pues si se toma en serio el objetivo del paquete energético de aumentar la eficiencia energética en un 20% para 2020, ya se cumpliría con el 25% de reducción de emisiones respecto a 1990.

Para Ecologistas en Acción, la reunión ha sido desoladora, porque confirma, una vez más, la falta de voluntad política de las instituciones europeas de afrontar la necesidad de tomar medidas urgentes y radicales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de -por lo menos- un 40% en 2020. Asimismo, ha criticado a la Comisión Europea por no reconocer el fracaso de los mercados de carbono que retrasan la implementación de las energías renovables y el necesario cambio del sistema económico que está basado en los combustibles fósiles y cuyo declive está teniendo ya consecuencias dramáticas, en alusión a las rebeliones populares en el Magreb y el aumento de los precios alimentarios, como señala la organización ecologista.

La Comisaria pidió ideas y Ecologistas en Acción le dió varias: una reducción del consumo de recursos en la UE, donde será preciso disminuir del orden de un 90% su utilización, y poner un tope en el uso de recursos naturales, y sobre todo de la energía fósil; eliminar el carbón como fuente para generar electricidad (la generación de energía eléctrica en base del carbón es del 40% a nivel mundial hoy en día), así como suprimir el crecimiento económico de las políticas públicas. Hedegaard no contestó a estas propuestas, aunque reconoció que “el modelo de crecimiento económico de la UE está completamente obsoleto».

En la reunión, Ecologistas en Acción ha criticado a Hedegaard por su falta de actuación en relación a los impactos debidos al cambio indirecto del uso de la tierra (ILUC, por sus siglas en inglés) que provocan los agrocombustibles en países como Indonesia, Malasia y Brasil. La Comisión se ha comprometido a calcular las emisiones de los cambios indirectos del uso de la tierra de los agrocombustibles que podrían ascender a entre 27 y 56 millones de toneladas cada año si se cumplen las propuestas de la UE – esto equivale a que hubiese en Europa entre 12 y 26 millones de coches más.

Para Ecologistas en Acción la promesa de Hedegaard es poco creíble pues sospechamos como se harán los cálculos para que no afecte sus planes energéticos. Lo cierto es que reconocen por primera vez abiertamente que hay “acuerdo” en la Comisión de que hay que crear un factor de corrección para calcular estas emisiones provocados por los Planes de Acción Nacionales de Energías Renovables, porque hasta la fecha han dado largas diciendo «hay que esperar a tener más informacion» cuando toda la información está disponible.

Por último, Ecologistas en Acción ha pedido a Hedegaard que la UE retire su apoyo al Banco Mundial como gestor del Fondo Verde para el Clima, aprobado en la última cumbre del clima en Cancún. El Banco Mundial ha financiado con 6.600 millones de dólares proyectos de combustibles fósiles en 2010 y ha incrementado las subvenciones a la industria del carbón, la energía fósil más contaminante. Además, la organización ecologista ha argumentado que debido al largo historial del Banco Mundial de socavar los derechos humanos y la integridad ecológica, ningún banco multilateral debe tener un papel en el gobierno del nuevo Fondo Verde para el Clima porque sus políticas están en contradicción con lo que deberían ser los principios justos y efectivos de financiación para el clima.