Ecologistas en Acción exige que se coloque una barrera antiturbidez eficaz en las obras del tranvía junto al Puente Zuazo.

Igualmente exige la total retirada de los materiales de relleno una vez finalizada la obra.

Ecologistas en Acción ha comprobado in situ como la empresa constructora del Tranvía Chiclana-San Fernando-Cádiz, estaban sedimentando con tierra de albero y grandes piedras parte del cauce del caño Sancti Petri a su paso por el puente de Zuazo, para proceder a edificar la segunda fase del puente por donde discurrirá el tranvía.

Ni que decir tiene que esta técnica de construcción, consistente en el relleno con tierra de la mitad del caño para facilitar el sondeo y la construcción de los pilares de soporte del puente, provoca un gran impacto en la epifauna e infauna bentónica del área trabajada, pues todos los organismos afectados por el vertido de material perecen por aplastamiento y asfixia.

Es obligatorio en estas ejecuciones disponer de una barrera antiturbidez efectiva que garantice la no dispersión de sólidos en suspensión fuera de la columna de agua protegida por dicha barrera. Pues, a pesar de que la constructora está usando la citada barrera, hemos podido fotografiar que su presencia es un paripé y no trabaja con eficacia al estar mal colocada, por encima de piedras, rota y semihundida en algunos tramos.

El aumento en la turbidez en un relleno de este tipo se estima por encima de las 120 UNT, cantidad ésta más que suficiente para provocar alteraciones en la fotosíntesis y pérdidas de oxigeno en la columna de agua con la consiguiente afectación en la biota.

También pudimos constatar, por el color del lodo y por el olor que desprendía, que el emisario situado en uno de los márgenes del Puente de Zuazo sigue vertiendo aguas residuales. Éstas generan contaminación orgánica y eutrofización de las aguas en las zonas circundantes y, junto con la turbidez provocada por los vertidos de sedimentos, incrementa enormemente el impacto en los seres vivos sumergidos y de vida intermareal asociados al cauce de agua.

Pero el impacto se puede maximizar aún más, si estos materiales utilizados en el relleno, una vez finalizada la obra, no son retirados totalmente, como ya se hizo en la construcción de la primera fase del puente de Zuazo y en el caño Zurraque. El cúmulo de materiales de obra da lugar a una ralentización de la corriente que desencadena una acelerada sedimentación de los materiales transportados por las aguas, a la vez que una elevada dispersión de partículas en suspensión debido a la erosión de los materiales de obra que no están fijados.

Exigimos a la empresa constructora UTE Tranvía de San Fernando, que proceda a la recolocación de la barrera antiturbidez para garantizar la eficaz retención de sólidos en suspensión, y a la total retirada de los materiales de relleno una vez finalizada la obra, causando el menor impacto posible en su extracción. Y al consistorio municipal le exigimos proceda inmediatamente a la eliminación y tratado de los vertidos de aguas residuales mezcladas con pluviales en el caño de Sancti Petri, tal y como exige la ley.