Según informa EFE “el ministro español de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, dijo hoy (ayer) en Nueva York, que su país tiene que «aprender la lección de lo que ha sucedido en Japón» y aseguró que por ahora no se pueden cerrar centrales nucleares en España porque aportan cerca del 20 % de la energía nacional.”

Según el último informe elaborado por su propio ministerio “La energía en España 2009”, esta afirmación no sólo no se corresponde con la verdad sino que significa una tergiversación interesada en pleno debate nuclear.

Como se sabe, la energía nuclear sólo tiene aplicación energética en la generación de electricidad. Según el informe del ministerio, la electricidad supone el 21,5% de la energía final consumida en España. A su vez, el papel de la energía nuclear en la generación de electricidad sólo fue del 17,8%.
Una simple multiplicación, nos dice que la energía nuclear apenas representa el 3,83% en la satisfacción de los consumos de los ciudadanos y empresas españolas. Si además tenemos en cuenta que debido a la poca flexibilidad de las nucleares, ha habido días en los que ha habido que desconectar molinos eólicos que estaban generando energía, su peso aún se podría reducir más.

En términos de energía primaria, que incluye las pérdidas en generación y distribución, la nuclear llega a representar el 10,5% del total de la energía utilizada en España. Esta diferencia demuestra a su vez la escasa eficiencia de dicha energía, ya que para obtener una satisfacción final del 3,83% su requerimiento se multiplica 2,5 veces.

Las declaraciones del ministro podrían ser considerado un lapsus (aunque no hemos visto rectificación), sino fuera porque ese dato lleva días saliendo desde diferentes voceros del lobby pronuclear. El pasado día 20, Antonio Garamendi, Presidente de la Comisión de Energía de la patronal CEOE, también afirmaba que “satisface el 20% de la demanda energética”, algo en lo que llevaba insistiendo desde hace años. Algunas otras intervenciones rondan la ambigüedad a la hora de diferenciar entre demanda de electricidad y energía total demandada.