Ambos colectivos consideran que el eximir de los trámites de Evaluación ambiental a los proyectos de Puertos deportivos en Escarabote y el Cabo de Cruz con la excusa de que el daño ya está hecho, supone un desprecio y una forma de desvirtuar la legislación ambiental así como un impedimento a la hora de garantizar la adecuada gestión y protección de los valores naturales.

Con este discurso vacío de contenido, la Consejería de Medio Ambiente mediante Resolución de la Secretaría General de calidad y Evaluación ambiental eximen a los proyectos de someterse a EIA. Las Administraciones públicas competentes dan cobertura a infinidad de urbanizaciones, puertos deportivos, construcción de paseos, naves industriales, explanadas, espigones, puertos exteriores y otros que de forma irracional y desordenada se han ido ubicando en el litoral gallego. De esta manera, dejan actuar libremente a los intereses privados sin ningún tipo de ordenación y racionalización del sector y control de los problemas que esta actividad representa para la protección de aquellas zonas de valor ecológico o social.

Para Ecologistas en Acción y Verdegaia estos proyectos deberían ser evaluados con rigurosidad, teniendo en cuenta la necesidad de amarres para la pesca de bajura y producción de moluscos y no obviándolos a favor de barcos de recreo que suponen un modelo de desarrollo basado en un turismo depredador de recursos. No debemos olvidar que estos dos puertos deportivos se encuentran a escasos 3km uno del otro y en una zona donde no existe a día de hoy esa demanda. Primero se crea la oferta y después la necesidad en la gente.Esto, en contraposición a la cultura y riqueza que aportan a la zona el marisqueo y la pesca.

Estas actuaciones provocan que se vaya mudando el perfil de la costa, que se altere la dinámica de corrientes marinas y que se vea afectada irreversiblemente toda la ecología de la zona, playas, bancos marisqueros, zonas de cría que conlleva la pérdida de biodiversidad y recursos pesqueros con la consiguiente merma en la economía de la zona.

Los efectos más negativos son: la ocupación y desaparición de lámina de mar, dispersión de áridos y tierras por la superficie del mar provocando turbidez en las aguas , perdida de aporte natural de arena a las playas y sedimentación de la misma fuera de su lecho natural , perdida de biodiversidad dentro de la flora y fauna marina por la degradación y desaparición de hábitat marino, etc. En definitiva la pérdida de toda una economía sostenible y respetuosa con el medio.

Estamos ante una política de destrucción que cada vez atenta más y más gravemente contra los indiscutibles valores naturales, productivos, culturales y paisajísticos de las rías gallegas.

Por ello, Verdegaia y Ecologistas en Acción, instan a las Administraciones competentes en materia de medio ambiente a que velen por los intereses públicos garantizando el cumplimiento de la legislación vigente de manera que el futuro de la costa gallega, sus valores y costumbres no se vea gravemente alterada.