Ante la noticia de la aprobación, por parte de la Comisión Provincial de Urbanismo, del proyecto de urbanización del Camino del Chorro en Casabermeja, promovido por el Ayuntamiento de este municipio, esta asociación ha dirigido un escrito a la Consejería de Vivienda y Urbanismo de la Junta de Andalucía solicitando que dicho proyecto sea paralizado sobre la base de las siguientes consideraciones:

1.-El uso perverso del concepto de “barrio ecológico”, por el mero hecho de incorporar como novedoso y ecológico una serie de medidas que deberían ser consideradas de aplicación general en todo el casco urbano. Elegir para la aplicación de estas medidas a un barrio nuevo que se pretende hacer en un suelo no urbanizable, en realidad está encubriendo, bajo un discurso pretendidamente progresista el movimiento especulativo de recalificar un suelo rústico no urbanizable como suelo urbano. Consideramos que si este suelo es de titularidad pública, lo apropiado hubiera sido dar a este suelo otro tipo de usos públicos, como parque periurbano, por ejemplo.

2.-La consideración de “urbanización de muy baja densidad” no puede ser incluida de ningún modo bajo la etiqueta de “ecológica”, puesto que la baja densidad supone un derroche de suelo urbano para una población proporcionalmente muy reducida. Esto incrementa las distancias y hace menos rentable la aplicación de servicios por el gasto energético que supone su aplicación respecto al reducido número de habitantes. La tendencia del urbanismo ecológico es, al contrario, el desarrollo de ciudades compactas, gestionables de forma sostenible, sin olvidar la incorporación de elementos que contribuyan a la calidad de vida en la ciudad.

3.-Tampoco se puede considerar “ecológico” el proyecto asociado de embovedar un arroyo, hecho que supone no sólo ignorar el sistema natural de evacuación de aguas pluviales y los ecosistemas asociados, sino endurecer el ambiente urbano y aumentar los peligros de inundaciones.

3.-Se reproduce aquí la tendencia general de promover la construcción de viviendas protegidas en zonas delimitadas, contribuyendo con ello a la creación de guetos, en lugar de una política de dispersión de viviendas de protección por todo el casco urbano.

No es la primera vez que Casabermeja acomete el urbanismo de baja densidad. Cualquiera puede contemplar con estupor la urbanización que se ha venido desarrollando junto a la carretera de Casabermeja a Colmenar. Este derroche de suelo es intolerable y de ningún modo debe ser denominado como “ecológico”.