La Conferencia Marco de las Naciones Unidas para la lucha contra el Cambio Climático, reunida en Bonn desde el pasado 6 de junio, sigue sin lograr alcanzar objetivos ambiciosos y legalmente vinculantes para luchar contra el cambio climático, lo que resta posibilidades de cara a alcanzar acuerdos tan necesarios como urgentes en la COP 17, que se celebrará al finales de año en Durban, Suráfrica.

A juicio de Ecologistas en Acción, el saldo que arroja Bonn no es nada positivo, ya que pese a que las emisiones de CO2 a nivel global alcanzaron niveles récord en 2010, los países más contaminadores, como EE UU, la UE o España, no han mostrado, según la organización ecologista, ni sensibilidad, ni voluntad política para avanzar en compromisos ambiciosos y legalmente vinculantes, que hagan reducir la emisión de gases de efecto invernadero de una manera realmente significativa.

Las discusiones en Bonn, se han centrado en aspectos formales y no así en las cuestiones de fondo como la responsabilidad protagónica de los países ricos en la creación del cambio climático y la necesidad de establecer drásticas reducciones de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Para Ecologistas en Acción, la lógica de los países enriquecidos es la de mantener su capacidad económica al margen y contraposición de los intereses de la inmensa mayoría del mundo.

Por otra parte, se subraya que las cumbres de Copenhague y Cancún demuestran que existe la intención de desmantelar la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, cuyo instrumento legal es el Protocolo de Kioto, que fue forjado para reducir las emisiones de GEI y estabilizar la temperatura para la habitabilidad en el planeta. El primer periodo del Protocolo de Kioto culmina en 2012, y requiere de una ampliación para continuar con estos objetivos.

Ante esta postura de inmovilismo de los países ricos, Ecologistas en Acción apoya la propuesta concreta de la creación de un impuesto a las transacciones financieras internacionales que vaya a un fondo global independiente para atender las emergencias climáticas.

A su vez, la organización ecologista denuncia la presencia del Banco Mundial en la financiación internacional de la lucha contra el cambio climático, por considerarlo uno de los causantes del problema, así como por el conflicto de intereses que tiene el Banco Mundial con el Fondo Verde Climático.