El día 30 de junio finaliza la campaña de objeción fiscal al gasto militar. Más de 10 personas de
la provincia de Ciudad Real hemos realizado este acto de desobediencia civil para cuestionar el
gasto militar, el militarismo, la preparación de las guerras y el injusto sistema social y
económico que sustentan. Basta con el ejemplo del coste de un helicóptero Eurocopter Tigre
(55 millones de euros) frente al de un centro de salud como el último inaugurado en Ciudad
Real para 24000 personas (5,2 millones) para ver que con el dinero dedicado al armamento y la
guerra mejoraría claramente el mundo en su conjunto. Es más, con el dinero de nuestros
impuestos se están financiando las guerras de Afganistán o Libia en las cuales no queremos
participar de ninguna manera.

Por esto, en nuestras declaraciones de IRPF hemos desviado a organizaciones o proyectos
socialmente útiles, unas cantidades simbólicas, en general unos 85 € por persona, aunque se
estima que el gasto militar de 2010 fue de 538 € por persona (24.848,45 millones de euros, un
14, 6% de los gastos del Estado).

Este desvío de dinero se ha realizado de forma explícita y sin afán de defraudar, incluyendo una
carta a la Agencia Estatal Tributaria en la que se explican las razones que nos han llevado a esta
actitud.

En primer lugar, nos declaramos personas objetoras de conciencia al gasto militar pues, según
esta carta, “tras un análisis del sentido del gasto militar en la sociedad, no podemos ni
deseamos colaborar con ese gasto”.

En segundo lugar, reflejamos la cantidad que hemos objetado y a qué entidad o colectivo se ha
destinado porque “interviene socialmente en un campo necesario para el verdadero progreso
de la humanidad, lo que es la base para una verdadera defensa de una sociedad en paz”.

Finalmente, como el dinero desviado corresponde al gasto militar español, solicitamos que “se
admita la Objeción Fiscal para detraer dinero al armamentismo y procedan a descontar dicha
cantidad de la asignación del Ministerio de Defensa Español y no de ninguna otra partida
presupuestaria”.

En nuestra Comunidad Autónoma, entre 1997 y 2001, coincidiendo con el apogeo de la
campaña de Insumisión, la Asamblea Itinerante de Objeción Fiscal, formada por personas de
Campo de Criptana, Daimiel, Piedrabuena, Valdepeñas y Villacañas, logró coordinar a más de
51 objetoras en 2001. El dinero desviado ascendió a más de 1.800 € y más del 10 % fue a parar
a grupos ecologistas. En la actualidad, Ecologistas en Acción es uno de los colectivos que
agrupa a mayor número de objetoras de la provincia.

PORQUE LAS GUERRAS SON UN CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD, NO EN
NUESTRO NOMBRE, NI CON NUESTRO DINERO.