Año tras año, la contaminación por ozono troposférico sigue produciéndose en la región madrileña con las mismas pautas. Las dos administraciones responsables de la calidad del aire, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, siguen obviando su negativa incidencia en la salud de las personas y el medio ambiente, como tampoco toman medidas adecuadas para reducir niveles de ozono por encima de los máximos legales.

El ozono troposférico u “ozono malo” un año más continúa con fuerte presencia en la región madrileña. Como es sabido, este gas incoloro pero de fuerte carácter oxidante se origina a partir de los óxidos de nitrógeno que se generan como resultado del tráfico motorizado. Desde primavera hasta final del verano, cuando la incidencia de los rayos solares es más intensa, se produce una reacción fotoquímica con estos gases para producir el ozono.

Ecologistas en Acción insiste, también un año más, en las deficiencias e inacciones que se repiten de forma recurrente tanto con respecto a la prevención de la emisión de los gases precursores, como en cuanto a las políticas de información ante las abundantes situaciones de fuerte contaminación por ozono.

La superación del Umbral de Aviso a la Población –concentración de 180 microgramos por metro cúbico (µg/m3) durante una hora– se refleja en la tabla de más abajo. Sin embargo, con ser grave esta situación, este umbral es sólo la punta del iceberg de una contaminación que se refleja mucho mejor por la importante superación del Umbral de Protección a la Salud (120 µg/m3 como media durante ocho horas consecutivas) en la red autonómica y algunas estaciones de la capital.

Las localidades afectadas durante 2011, hasta 31 de julio, por el Umbral de Aviso a la Población por ozono, son:

- Algete 8 superaciones
- Alcalá 5 »
- Orusco 3 »
- Torrejón 2 »
- El Atazar 2 »
- Coslada 1 «

Durante el verano de 2.011 la zona este de la Comunidad de Madrid, aunque no en exclusiva, está siendo la más afectada debido a que los vientos dominantes de la tarde soplan en esa dirección y arrastran los gases precursores que se generan en la región metropolitana madrileña hacia esta zona donde se forma el ozono.

Por su parte, al observar las superaciones del Umbral de Protección a la Salud, las cifras se disparan de forma escandalosa en algunas estaciones. La Directiva señala como límite 25 superaciones anuales de este umbral y ya, a finales de julio, cuando aún queda bastante verano por delante, Orusco de Tajuña ha superado este umbral en 43 veces, El Atazar 36, San Martín de Valdeiglesias 34, Algete 33 o Alcalá de Henares en 28 ocasiones, por citar sólo algunos casos. Dentro del municipio de Madrid, la estación de Juan Carlos I lo ha superado en 27 ocasiones.

Peor aún, si se toma como referente las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (frente a los 120 µg/m3 durante 8 horas que marca la ley, la OMS considera que el nivel de 100 µg/m3 ya provoca daños a la salud), a 31 de julio, solo habría una estación de la red de la Comunidad de Madrid que no llega a las 25 superaciones: Collado Villalba (con 16). El resto, 22 de las 23 estaciones de la red, están por encima de este umbral.

Sin embargo, a pesar de esta situación, conocida, persistente y, crónica, las administraciones no cumplen con su deber de informar adecuadamente a la población expuesta. De hecho, las personas potencialmente afectadas conocen el episodio al día siguiente de haberse producido, si llega el caso.

Pero además de la información, se debe evitar con los medios disponibles estos episodios de contaminación. Y Ecologistas en Acción considera que las dos administraciones eluden sus responsabilidades en velar de forma conveniente por la salud de las personas y del medio ambiente, ya que la falta de actuación es la norma, mientras se espera que la inestabilidad atmosférica limpie el aire.

Por todo esto, Ecologistas en Acción exige tanto una información adecuada a la población durante y antes de los episodios de contaminación (perfectamente predecibles) como unas políticas de movilidad que limiten la emisión de contaminantes precursores del ozono, lo que pasa por restringir el insostenible uso de vehículos motorizados en toda el área metropolitana madrileña. Entre tanto, se seguirá conculcando el derecho de los madrileños y madrileñas a respirar un aire saludable.