Ecologistas en Acción ha realizado una protesta en la Plaza de Santo Domingo y alrededores, en Madrid, para denunciar la enorme cantidad de espacio público urbano que sacrificamos para el tránsito y aparcamiento de automóviles. Dos activistas, rodeados de sendos marcos con las dimensiones de un coche convencional, han “circulado” por varias calles del centro haciendo evidente esta situación.

Estamos tan acostumbrados a ver coches por todas partes que a menudo no reparamos en los problemas que esta situación ocasiona en nuestras ciudades. Aparte de la contaminación del aire, del ruido o de la siniestralidad por atropellos, hay otro problema muy relevante: la enorme cantidad de espacio público urbano que sacrificamos para permitir el tránsito y el aparcamiento de los automóviles.

Cualquier medio de transporte supone la ocupación de cierta cantidad de espacio tanto para su circulación como para su aparcamiento. El espacio público consumido depende del volumen de los vehículos, de la cantidad de viajeros que pueden desplazar, y de las tasas de ocupación.

El modo de transporte que con diferencia más espacio consume en su circulación es el coche: el espacio que necesita cualquier desplazamiento es mucho mayor si se hace en coche que en transporte público (gráfico 1). Por ejemplo, un autobús permite transportar las mismas personas que 60 coches con las tasas medias de ocupación de los automóviles en ciudad (1,2 personas por coche).

Gráfico 1: Metros de anchura necesarios para transportar 50.000 personas por hora y sentido, en función del medio empleado.

Fuente: Rafael Soler, José M. Herrero: Transportes Urbanos. Departamento de Transportes. Escuela de Ingeniería Técnica de Obras Públicas.

Resulta muy fácil darse cuenta de esta situación: basta con que en cualquier calle nos fijemos en el espacio dedicado a los peatones, es decir, el ancho de las aceras, frente al tamaño de las calzadas. El automóvil es el gran devorador del espacio urbano.

El espacio público que cada medio de transporte requiere para circular también se puede ver de forma comparativa en el gráfico 2. Además, hay que incrementarlo con la superficie que se emplea para el aparcamiento, que en el caso de los automóviles es proporcionalmente muy alto, puesto que la mayor parte del tiempo están aparcados, frente a los vehículos de transporte público, que casi siempre están circulando.

Gráfico 2: Número de personas que pueden circular por una vía de 3 y 5 metros de ancho durante una hora, en función del tipo de transporte

Fuente: Asociación Internacional de Transporte Público, 2003: Ticket to the future. 3 Stops to sustainable mobility.

En la víspera del Día sin Coches, dos activistas de Ecologistas en Acción, rodeados de sendos marcos de 4,45 x 1,75 m (las dimensiones de un coche convencional) han “circulado” por algunas calles y plazas del centro de Madrid, haciendo evidente esta injusta distribución del espacio urbano a favor del automóvil.

Ecologistas en Acción denuncia que el espacio sacrificado al tráfico de automóviles supone entre el 20 y el 40% del total de la superficie de la ciudad (y por encima del 60% si consideramos sólo el espacio público). Un urbanismo más centrado en las personas y su calidad de vida exige que haya menos coches en nuestras calles y más espacio para la gente.