Después de la apuesta decidida del alcalde de Cuenca por prescindir de la estación del tren normal en el centro y, por tanto, firmar su sentencia de muerte, Ecologistas en Acción debe exponer públicamente porqué el traslado de la estación del tren normal (al igual que paso con la estación del AVE) supondría un error histórico que lo pagaremos bien caro en el futuro.

Está ahora de plena actualidad la defensa de los servicios públicos (educación, sanidad, servicios sociales, etc.). Pero hay una serie de preguntas que deberían contestar los responsables de la administración y, en especial el Alcalde de esta ciudad en relación con la ubicación de la estación:

¿Acaso no es el transporte colectivo un servicio público? ¿Qué le puede decir nuestro Alcalde a un vecino o vecina de Huete o Carboneras que no tiene coche y que tiene que venir al hospital de Cuenca?¿Se le va a obligar a utilizar uno o dos medios de transporte (autobús) cuando la estación esté a 6 km de su ubicación actual? ¿Y del consumo de energía y combustible extra (con el incremento de la contaminación en una ciudad ya contaminada) que supondrá llevarse la estación fuera?¿Qué opina el señor Ávila del incremento de la dependencia del coche que supone recorrer la distancia desde el centro a la estación? ¿No es consciente que sacar la estación del centro supondrá una fuerte bajada en su uso, y por ello, poner fácil el cierre definitivo de la línea?

¿En condición de qué ha ido el señor Ávila a Madrid? ¿A quien ha representado? ¿Se puede entender que ha ido como alcalde, defendiendo los intereses de los ciudadanos de Cuenca (los que el votan y los que no)? ¿Sabe que más del 80% de los ciudadanos de esta ciudad que no pueden pagarse el billete del AVE y que muchos de ellos no quieren sacar la estación del centro?.

El Señor Alcalde argumenta que el principal problema urbanístico de la ciudad es la existencia de las vías del tren. Este argumento, no por repetirse una y otra vez pasa a ser cierto. Sólo existe un paso a nivel en toda la ciudad que cierra el paso a los vehículos a motor apenas 30 minutos al día, cuando cualquier semáforo está cerrado (de media) 12horas de 24. La permeabilidad de las vías y la integración urbana del ferrocarril es un asunto técnicamente superado como lo demuestran las ciudades más pobladas de España con vías y estación central en todas ellas. Existen numerosas soluciones técnicas que permiten el cruce de las vías a distinto nivel y que se podrían realizar por un coste muchísimo más barato que un nuevo trazado de las vías férreas y de una nueva estación.

El mantener la estación y las vías en el centro no impediría la urbanización de los terrenos contiguos. Desde Ecologistas en Acción, se propone que estos terrenos se dediquen preferiblemente a equipamientos sociales y culturales, zonas verdes, pequeño comercio, actividad económica ligada a los recursos locales y comarcales y huertos urbanos. En todo caso se debería abrir un proceso de participación pública para decidir el destino de los terrenos.

El río Júcar es una barrera mucho más complicada de franquear que las vías férreas y a nadie (hasta ahora) ha planteado desviar el cauce fuera de la ciudad. La vía del ferrocarril (al igual que el Júcar) así como la estación en el centro, forman parte del paisaje urbano de Cuenca y trasladarlas no hacen sino empeorar su comunicación restar oportunidades y en definitiva empobrecerla. Así se demuestra en el «LIBRO BLANCO DE LA LÍNEA DE FERROCARRIL MADRID-CUENCA-VALENCIA» un excelente trabajo técnico, que deja sin argumentos a los que pretenden sacar las vías y la estación del centro.

Rueda de prensa de la Plataforma en defensa del Ferrocarril 13-10-2010