Ecologistas en Acción considera que la renuncia a la lucha armada por parte de ETA crea un nuevo escenario en el que la paz y la esperanza sean el camino para una normalización política, en la que se den los pasos necesarios para la reconciliación y la construcción de una convivencia basada en el respeto a la diferencia.

La organización ecopacifista enfatiza su alegría ante la noticia de la renuncia a la lucha armada por parte de ETA y subraya el trascendente papel que ha jugado la sociedad civil vasca en su exigencia de abandonar la violencia, desterrándola de manera definitiva de la contienda política.

El fin de la lucha armada significa, en opinión de Ecologistas en Acción, un paso vital en la defensa de los derechos humanos y en el reconocimiento de las víctimas. También advierte de la necesidad de soslayar y arrumbar aquellas posturas que, desde el odio, quieran abortar un proceso de auténtica reconstrucción nacional.

Por otra parte, Ecologistas en Acción, exige el fin de lo que denomina el síndrome vasco, por el que los conflictos sociales y ambientales han sido enmascarados bajo la apariencia de conflictos entre demócratas y violentos. El caso de la lucha ecologista contra el Tren de Alta Velocidad es paradigmático.

La organización ecopacifista recuerda que siempre ha sido tributaria de la tradición pacifista y noviolenta, expresando su lucha junto a otros movimientos sociales vascos desde la firmeza y la templanza, aplicando métodos como la desobediencia civil o la acción noviolenta, y soportando en muchos casos la estigmatización de aquellos que defienden intereses contrarios a la justicia social y a la sostenibilidad.

Finalmente, Ecologistas en Acción, espera que en este nuevo contexto social y político se puedan abordar cuestiones de gran trascendencia socioambiental sin tapujos, fortaleciendo de este modo las vías democráticas y la resolución pacífica de los conflictos.