Ecologistas en Acción denuncia que cada vez es menos grueso hablar de un golpe de estado en los países de la periferia europea en los cuales la democracia está quedándose como un residuo formal frente a una tecnocracia, una deudocracia en realidad, en ascenso.

La UE asiste a un cambio de gobierno tras otro en sus estados miembros. Desde los distintos estamentos de poder (Comisión Europea, Consejo Europeo, Gobiernos nacionales, Banco Central Europeo, Fondo Monentario Internacional…) se afirma que estos cambios de gobierno ponen en el poder a tecnócratas que pondrán en marcha las medidas adecuadas para salir de la crisis.

Sin embargo, según denuncia Ecologistas en Acción, no existen salidas técnicas a la crisis, sino que cualquier tipo de opción que se tome es de amplio calado político. Y las que están imponiendo desde estos estamentos de poder implican intentar pagar el máximo de unas inmensas deudas impagables a costa de exprimir todo lo posible a las clases más desfavorecidas y a la naturaleza.

El nuevo primer ministro griego, Lukás Papademos, fue vicepresidente del BCE y gobernador del Banco de Grecia. No cabe esperar que las medidas “técnicas” que ponga en marcha sean distintas de las que está imponiendo la troika (FMI, Comisión Europea y el propio BCE) a la población griega. Medidas que hubisen sido rechazadas si el referéndum que propuso su antecesor en el cargo no hubiera precipitado este golpe de estado definitivo en Grecia.

En Italia el Gobierno está ahora presidido por Mario Monti. Su currículm es extenso. Fue Comisario europeo de Mercado Interior y luego de Competecia. También director europeo de la Comisión Trilateral, un lobby neoliberal fundado por David Rockefeller, y presidente del think tank Brueguel. Monti también ha sido asesor de Coca-Cola y de Goldman Sachs. Nuevamente una carrera marcada por una visión política fuertemente neoliberal que proyecta un futuro (presente) de recortes sociales en Italia.

En España, aun sin llegar a los extremos griego e italiano, se aprobó a finales de verano una reforma consititucional que tenía como elemento fundamental hacer obligatorio el pago de la deuda por encima de cualquier otro gasto, de cualquier otra necesidad social o ambiental. Esta modificación de la carta magna no fue sancionada por la ciudadanía.

En las instancias que están imponiendo medidas fuertemente regresivas los currículms de las personas que están forzando estas políticas tampoco dejan lugar a dudas. Mario Draghi, presidente del BCE, fue un alto ejecutivo de Goldman Sachs. Y Antonio Borges, director del FMI en Europa, también fue un alto cargo en en Goldman Sachs. Como bien es sabido, Goldman Sachs es un banco de inversión estadounidense, uno de los principales actores en los mercados financieros mundiales.

Para Ecologistas en Acción, que quien controla y decide a quién se preseta dinero o no y con qué tipos de interés, es decir la banca y los mercados financieros, ponga a sus directivos en el control político de los estados significa un paso más. Ya no solo hay un control de la economía, sino también de la política, configurando un gobierno deudocrático o, como ellos dicen, tecnocrático.