El Colectivo Utopía Contagiosa y Ecologistas en Acción denuncian la política de inversiones en armamentos seguida por los gobiernos de José María Aznar y de José Luis Rodríguez Zapatero, que han creado una burbuja militar para invertir en programas de armamentos innecesarios y peligrosos, con una deuda actualizada a día de hoy de más de 32000 millones de euros que, en palabras de los responsables de defensa, resulta impagable e insostenible. A pesar de ello, ninguno de los partidos políticos ha hablado de esta situación en su campaña, ocultando a la ciudadanía este crucial aspecto.

Los colectivos Utopía Contagiosa y Ecologistas en Acción denuncian esta situación y alertan de la falta de transparencia y de información a la sociedad al respecto y se asombran de la falta de debate y de propuestas por parte e los partidos políticos en sus programas electorales. Da la impresión de que existe un pacto tácito de silencio que hurta a la ciudadanía de la soberanía en estos asuntos.

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La burbuja financiera militar

Según el estudio elaborado por el Colectivo Utopia Contagiosa “La burbuja financiera militar” afirma que la lógica de este tipo de gasto es perversa y refuerza un círculo vicioso de armamentismo:
- Se comprometen diversos programas con las principales industrias militares, aplazando su entrega y pago hacia el futuro.

  • Esto tiene una primera consecuencia: cuando dentro de 20 años se entreguen los armamentos, serán obsoletos e ineficientes. Por ello se tendrá que hacer un nuevo programa que se comenzará a financiar en el presente pero se irá pagando en el futuro y, nuevamente, para conseguir armamento obsoleto.
  • Hay otra consecuencia financiera: resulta muy cómodo proponer un programa de armamentos a precios del presente ocultando a la sociedad los sobrecostes que van a surgir por dilatar la entrega del material.
  • Además, este tipo de programación de inversiones implica la cautividad del Ministerio de Defensa y de las arcas públicas ya que si ya se han invertido montos importantes en su desarrollo, será muy complicado renunciar al programa aunque se sepa que las armas serán ineficientes.

- Se otorgaban créditos a las industrias militares a interés cero para que investigaran y fabricaran el armamento. ¿Qué otra industria o sector productivo nacional obtenía u obtiene intereses tan bajos?, ¿no se puede considerar que una práctica así es injusta y que fomenta la competencia desleal?

  • Dichos créditos se daban (y se dan) a cargo del extinto Ministerio de Ciencia y Tecnología y del actual Ministerio de Industria. Es decir, Defensa no gana ni pierde. Es sólo un intermediario. Así se consigue ocultar parte del gasto militar en los presupuestos de otros ministerios.
  • Las industrias militares realizaban las entregas, se les pagaba su precio (con las correspondientes desviaciones por encarecimiento de materiales, mejoras, intereses, aumento de la inflación, etc.). Ellas siempre ganan.
  • Las empresas devolvían, acto seguido, al Ministerio de Industria los créditos aportados, eso sí, sin intereses, pues así se había pactado. Los intereses que se han dejado de cobrar han sido sufragados, por tanto, por el erario público y por los españoles.