Ecologistas en Acción denuncia las intenciones del actual Gobierno de la Generalitat de Catalunya de incumplir el “Plan de Gestión del Agua de Catalunya”, mediante la aplicación del cual la gestión del Agua Catalunya se adaptaría al obligado cumplimiento de la Directiva Marco del Agua (DMA). También denunciamos la responsabilidad de los sucesivos Gobiernos de fomentar la quiebra económica de las empresas públicas, Agencia Catalana del Agua (responsable de la política del Gobierno en materia de aguas que se fundamente en los principios de la DMA) y Aguas Ter Llobregat (responsable del abastecimiento de agua en alta a la ciudad de Barcelona, su área metropolitana y nueve comarcas de su entorno) para provocar su privatización.
La Agencia Catalana del Agua y sus técnicos han trabajado intensamente y con gran responsabilidad en la elaboración del único Plan de Gestión del Estado español que cumple con la legislación vigente en la Unión Europea. Actualmente, este plan pretende someterse a políticas de gestión del Agua anacrónicas por el hecho de olvidar todos los objetivos ambientales y las políticas de gestión de la demanda, al fomentar una política que considera el agua como la gasolina del desarrollo económico.
El actual Gobierno de Cataluña desea gestionar el agua únicamente según criterios económicos que faciliten la generación de beneficios y la satisfacción de los accionistas de las grandes empresas del sector en vez de supervisar el buen estado ecológico de todos los ríos, otras masas de agua superficiales y los acuíferos. La ciudadanía necesita reivindicar que esta lógica no coincide con los intereses sanitarios y económicos de una sociedad mediterránea que tiene que ahorrar recurso y pagar una tarifa equitativa para hacer frente a los gastos de mantenimiento, mejora de infraestructuras de abastecimiento y saneamiento y la recuperación del medio.
Por otro lado, la privatización de estas empresas públicas impedirá el acceso a la ciudadanía a información crucial para el seguimiento de la calidad del servicio porque aspectos tan trascendentes para la vida, como la balanza de costes y beneficios económicos del ciclo del agua, supondrán y estarán sometidos al secreto industrial.
Ecologistas en Acción denuncia que esta ambición supondrá el incumplimiento de la Directiva Marco del Agua, destruirá los ecosistemas fluviales y la participación ciudadana, comprometerá nuestro futuro y dificultará las posibilidades de adaptación a las variaciones climáticas que los científicos anuncian.