Ecologistas en Acción ha mostrado su decepción por la poca relevancia que va a seguir teniendo el medio ambiente en el nuevo Gobierno. Se repite un esquema parecido al de la pasada legislatura, con el departamento de medio ambiente compartido con otras competencias en un mismo ministerio, y que ya fue muy negativo para las políticas ambientales. Pero, además, se nombra un ministro, Arias Cañete, que no se caracterizó precisamente por su sensibilidad ambiental en el pasado.

La actual crisis, aunque se presenta como financiera, en el fondo es una crisis ecológica, además de social. Es una crisis ecológica porque el sistema actual se basa en el crecimiento constante en el uso de recursos naturales, a un ritmo mucho mayor que el de reposición, y generando muchos más residuos que los que el sistema natural puede absorber, como el CO2 que causa el cambio climático.

Para poner un cierto contrapeso a esta dinámica suicida en cuanto a que no es sostenible a medio plazo, es imprescindible desarrollar políticas valientes de apuesta por una economía más ecológica y sostenible. Pero no parece que vaya a ser el caso.

Efectivamente, ya se comprobó durante la última legislatura de Zapatero como perdieron fuelle las políticas ambientales cuando se pasó de un Ministerio de Medio Ambiente a otro en el que se agrupaban las competencias de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Todo parece indicar que ahora este mismo proceso de declive de las políticas ambientales va a continuar, probablemente también ayudado por la persona elegida como Ministro, Miguel Arias Cañete.

Efectivamente, Arias Cañete se caracterizó en su participación en los gobiernos de Aznar por muchas actuaciones claramente contrarias a una protección del medio ambiente. Llegó a afirmar que el Trasvase del Ebro se haría “por lo civil o por lo militar”, y ha sido también muy sensible a las presiones de la agroindustria y proclive a la implantación de los transgénicos, sin olvidar su apoyo a la Nuclear de Garoña.

En definitiva, estamos ante una mala noticia para el medio ambiente y para nuestro futuro.

El nuevo Ministro de Economía español, Luis De Guindos, proviene del mundo de las altas finanzas, enmarcando al Gobierno español en los gobiernos tecnócratas (neoliberales) de la ribera mediterránea.

El currículum de Luis De Guindos no deja lugar a dudas. Por una parte está íntimamente ligado al antiguo Director Gerente del FMI, hoy presidente de Bankia, Rodrigo Rato. Pero por otro fue el responsable en España de Lehman Brothers, uno de los grandes bancos de inversión antes del inicio de la crisis y que fue el primero en caer. Además pasó por PricewaterhouseCoopers (la consultora que liquidó Lehman Brothers cuando quebró), es consejero en Endesa, Unedisa (editora de El Mundo y Expansión), Banco Mare Nostrum (encabezado por la antigua Caja Murcia) y Logista, y trabaja en el Instituto de Empresa (uno de los principales centros de formación neoliberal en nuestro estado).

Nada de todo su currículum hace pensar que Luis De Guindos tenga algo de conocimiento, cuando no sensibilidad, de las implicaciones ambientales y sociales de la política de especulación financiera característica de su carrera. Buena prueba de ello es que, tras la quiebra de Lehman Brothers, ha seguido trabajando en el mismo sector. Su actividad consejera, además, se centra en una empresa, Endesa, que se caracteriza por su apuesta por los combustibles fósiles y la energía nuclear para la generación eléctrica. Una empresa que, además, ha estado presionando fuertemente al anterior Ejecutivo, con éxito, para el recorte de primas a las renovables.

De este modo, Ecologistas en Acción afirma que el encargado de negociar con la UE y de gestionar la inmensa deuda de la banca española será una persona que defiende las mismas ideas que nos llevaron a la situación actual.

Sobre la mesa tendrá la idea de Mariano Rajoy de crear un “banco malo”. A grosso modo tendrá dos posibles vías. Una es que el estado se quede con los activos tóxicos (sobre todo suelo) a precio de mercado, es decir, mucho más barato del precio al que lo adquirió el banco, y luego lo intente vender a lo largo de las siguientes décadas. Eso sí, esto implicaría un rescate público bancario, pues dejaría descapitalizada la banca. La segunda opción que se discute es la compra de los activos a los precios a los que la banca los adquirió. En cualquier caso lo que terminaría ocurriendo es el desvío de dinero público para enjuagar las pérdidas, después de inmensas ganancias en la burbuja inmobiliaria. Y todo esto en un contexto, como ya anunció el Presidente del Gobierno, de nuevas fusiones bancarias, en las que Luis De Guindos tiene intereses como se desprende de su currículum.

El panorama político de la UE está marcado fuertemente por el Pacto por el Euro que está significando forzar la devolución de la mayor cantidad de deuda que se pueda a los grandes capitales a costa de las clases más populares y, desde luego, explotando al máximo el entorno. Todo hace pensar que Luis De Guindo será una voz más a favor de este tipo de medidas.

Sin embargo, ninguna de estas medidas va al corazón del gran problema existente, según Ecologistas en Acción, que es la existencia de una inmensa deuda ligada al ladrillo. Una inmensa deuda que, para su imposible devolución, requerirá de un crecimiento ecocida. Solo hay crecimiento a costa de la explotación de los recursos naturales de un planeta limitado y destrozado como el nuestro. Por lo tanto, una de las principales medidas que debería tomar el responsable de economía es auditar la deuda española para dejar de pagar la que está ligada a la destrucción ambiental y social.

Finalmente, Ecologistas en Acción al menos se alegra de que Luis De Guindos sea un ex de Lehman Brothers, hoy ya desaparecido y, por lo tanto, al que no puede seguir rindiendo pleitesía; frente a Italia y Grecia, que tienen en la presidencia a ex de Goldman Sachs, hoy en la cima de las finanzas mundiales.

El nuevo Ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, apunta al continuismo con el anterior gabinete: la apuesta por un mix eléctrico basado en combustibles fósiles y nucleares.

Entre 2007 y 2010 José Manuel Soria formó parte del Gobierno canario en coalición con Coalición Canaria. En estos años tuvo la vicepresidencia y la cartera de Economía y Hacienda. Son unos años en los que las energías renovables sufrieron un parón importante en su desarrollo en Canarias.

Además, José Manuel Soria está vinculado a casos de corrupción directamente relacionados con su nueva responsabilidad. Uno de ellos es el caso Eolo de corrupción en las adjudiciones por el plan eólico con Gran Canaria. Un segundo caso es el Salmón, en el que estuvo en el centro de una trama de adjudicaciones supuestamente irregulares de nuevas camas hoteleras.

De este modo, para Ecologistas en Acción, José Manuel Soria no es la persona adecuada para dirigir un cambio en la política energética en nuestro estado que debe pasar, necesariamente, por una reducción del consumo y una transición hacia las renovables.