Ecologistas en Acción se suma a las denuncias por el arrasamiento del yacimiento arqueológico de La Esgaravita, solicitando la inmediata paralización de las obras, la reversión del daño y la dimisión del Concejal de Patrimonio Histórico de Alcalá.

El visitante que llega en tren a Alcalá de Henares encuentra, bajo la marquesina de la estación de Renfe -antesala de la ciudad-, un gran cartel de bienvenida, que le informa de varios puntos de especial interés. Dentro de esa relación se incluye el siguiente texto:

«Yacimiento Arqueológico de La Esgaravita, Villa Romana del Val y Necrópolis de los Afligidos. Situación: La Esgaravilla (sic), El Val (5 Kilómetros al este de la antigua Complutum) y los Afligidos. Autor. Anónimo. En la Esgaravita destacan los fondos de cabañas, cerámicas, etc. En la Villa romana del Val las Termas y en la Necrópolis de los Afligidos tumbas con ajuares de la Necrópolis Visigoda. Fechas: períodos desde el Eneolítico a la ocupación árabe.»

Pese a tan interesante aperitivo, en estas fechas comprobamos cómo la desidia, permisividad y falta de atención que muestra el Ayuntamiento de Alcalá por el Patrimonio Arqueológico, están dejando sin sentido ese texto. Lamentablemente, no es algo nuevo. En estos últimos años, las pérdidas patrimoniales se suceden sin que haya freno. Unos pocos elementos se preservan y publicitan; otros, se dejan hundir o se arrasan, buscando que el silencio los cubra. Hace aproximadamente cuatro años, la misma Corporación Municipal consintió el derribo del vecino molino de La Esgaravita (siglo XVI). Una pieza perdida más, en un 'suma y sigue» que no cesa.

El Ayuntamiento no desconoce el valor e importancia de lo que se pierde. Los vecinos de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad llevamos reclamando por años que el Yacimiento Arqueológico de La Esgaravita sea preservado, como una unidad que no debe fragmentarse, ni caer víctima de la especulación. El entero solar contiene restos de cronología Calcolítica, Romana y Visigoda en el subsuelo. Son numerosas las notas de prensa, los artículos, las solicitudes de información ante Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, sin que se haya recibido respuesta satisfactoria. Finalmente, nos encontramos con que los peores presagios se están cumpliendo ante nuestros ojos. Nos sentimos impotentes, dolidos, al ver cómo las máquinas han entrado en la parcela y han abierto zanjas, removiendo estructuras soterradas y arrasando parte del yacimiento. Las obras tienen visos de continuar, quizá buscando la política de hechos consumados, tan productiva en Alcalá.

No hay nada que justifique este desatino. Los argumentos que esgrime el Ayuntamiento resultan endebles. Al afirmar que disponen de los permisos legales, olvidan que Complutum fue también arrasada en los años 70 contando con permisos legales. Sin embargo, hoy nadie duda de lo desacertado de aquellas actuaciones. Ahora, están repitiendo las mismas negras páginas de la historia local. Disponer de permisos no significa necesariamente disponer de la razón. El sentido común debiera primar sobre una legislación imperfecta, capaz de autorizar lo irrazonable. La voluntad de los vecinos de Alcalá debería ser más importante que los beneficios a obtener de las licencias de obra. Nuestros gobernantes se deben someter a la voluntad popular, la que se manifiesta cada día, no tan solo cada cuatro años.

Más grave resulta que, desde el propio Ayuntamiento, se intente asustar a los ciudadanos. Esgrimen que, de dar marcha atrás con la obra ya comenzada, se debería indemnizar a la promotora con varios millones de euros. Entendemos que, si hubiera que indemnizar a alguien, ese dinero debería salir del bolsillo de quienes han autorizado el desatino —de los que conocemos nombres y apellidos—, nunca del contribuyente complutense, a quien no se ha consultado, contrario a las obras y ajeno a estos desmanes.

El Ayuntamiento de Alcalá conoce la importancia del Yacimiento Arqueológico, su extensión y unidad. Son numerosas las citas en las publicaciones especializadas. Por si fuera poco, las reclamaciones, escritos y advertencias emanadas de diferentes colectivos ciudadanos, se llevan produciendo desde hace años, décadas. Pese a todo, la Corporación Municipal ha decidido hacer oídos sordos, en favor de otros intereses.

No hay razón alguna que justifique el arrasamiento de un Yacimiento Arqueológico documentado, declarado Bien de Interés Cultural. Al autorizar la construcción sobre un solar que alberga importantes restos arqueológicos, olvidan intencionadamente que la ciudad de Alcalá dispone de miles de viviendas vacías. Olvidan que hay numerosos solares sin uso, o infrautilizados, por toda la ciudad. Con actos como este, el Ayuntamiento demuestra que no pretende servir a la Ciudad de Alcalá, obrando a espaldas del clamor popular. Evita la posibilidad de dignificar una parte de la ciudad, de dotarla de más puntos de interés y atractivo.

Las fotos tomadas en el terreno muestran que las estructuras Romanas y Calcolíticas se extienden por toda la superficie del solar. No hay un solo metro cuadrado edificable. Sin embargo, se proyecta levantar un edificio de viviendas, con garajes subterráneos, a cargo de una promotora privada. Para más inri, no se han hecho públicas las conclusiones de las recientes excavaciones arqueológicas. Se intenta minimizar el impacto, restar valor a los hallazgos. Adelantándose a todo, el Ayuntamiento está construyendo una calle de nuevo trazado sobre las estructuras romanas y los fondos de cabaña; calle que no tiene otro interés ni necesidad que dar servicio a la promoción urbana proyectada. Se protege una mínima parte, se arrasa lo demás. El Ayuntamiento —de todos los alcalaínos— trabaja con presteza a favor de una promotora privada, a costa del patrimonio común.

Tristemente, estamos reviviendo una situación muy similar a la que sufrimos décadas atrás sobre Complutum, arrasada con todos los permisos legales y similares intereses inmobiliarios. No podemos permanecer impasibles. Ante la gravedad de los hechos, desde Ecologistas en Acción exigimos que las obras que actualmente se llevan a cabo en el solar de La Esgaravita sean paralizadas y las actuaciones revertidas. También exigimos la inmediata dimisión del Concejal de Patrimonio Histórico de Alcalá, D. Gustavo Severién, por lo que entendemos es una dejación grave de sus funciones, al no preservar la Historia, la Cultura y la Herencia de todos los alcalaínos; en este y en otros casos donde se ha permitido y autorizado la pérdida de patrimonio histórico. Solicitamos que se busque el concurso de los ciudadanos de Alcalá y de técnicos cualificados que no estén vinculados al —ni a sueldo del— Ayuntamiento, que nunca van a hablar en contra de quien les contrata. Apoyamos las actuaciones de denuncia que otros colectivos han iniciado ante la UNESCO y la solicitud de responsabilidades personales. Alcalá se merece el respeto y amor que le están negando. Alcalá se merece la creación del futuro y deseado Parque Arqueológico de La Esgaravita, íntegro y sin construcciones encima que lo desvirtúen y arrasen.