Ecologistas en Acción denuncia que la reducción de la vigilancia deja indefensas a las reservas marinas frente al furtivismo, pesca ilegal y otros impactos como el fondeo irregular de embarcaciones.

La organización ecologista asegura que con esta reducción se pone en riesgo la potenciación de las pesquerias y se afectaría de forma grave a los sectores de pesca local artesanal, ya que se reducirían las capturas, algo definitivamente inasumible tras 25 años de protección de estas zonas.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha reducido drásticamente la partida destinada a sufragar los gastos de vigilancia de las reservas marinas de su competencia, esto es de 5,1 millones en 2011 a 3,4 millones en 2012. Esto supone un grave impacto sobre la recuperación de los recursos pesqueros y biodiversidad a nivel del estado español. A la pérdida de biodiversidad, degradación de hábitats por fondeos, vertidos ilegales, etc, hay que sumarle el impacto negativo sobre el efecto económico de las reservas. Ha sido demostrado por investigadores europeos que estas reservas han producido un claro aumento de la captura por parte de los pescadores que explotan sus recursos, sobre todo de especies de interés comercial, y este efecto depende claramente del tiempo desde su protección y de la eficacia de su protección, con un incremento del 2 al 4 % anual.

La protección en las reservas ha permitido el crecimiento de individuos a tallas que es casi imposible detectar en aguas sin protección del todo el litoral español, como consecuencia de la exportación de biomasa en forma de juveniles y adultos que posteriormente podrán ser capturados fuera de la reserva, o bien de los huevos fecundados de las poblaciones existentes en la reserva. Estos individuos de gran tamaño, por ejemplo los meros, produce un efecto llamada sobre otros sectores económicos que puede ser una importante fuente de recursos, como es el caso del buceo recreativo. Numerosos estudios han valorizado económicamente la función de estos individuos de gran tamaño y su rentabilidad económica de forma sostenible.

Estos individuos de gran tamaño corren el riesgo de desaparecer al reducir la vigilancia, dando vía libre al furtivismo y la pesca ilegal deportiva o profesional-. Y no sólo esto, sino que la reducción de la vigilancia también repercute en el control de los usos de la zona, tales como fondeos, uso de motos acuáticas, etc.

Mientras se reducen unos gastos de vigilancia relativamente bajos (del orden de 200 0000 a 400 0000 € anuales), se destinan elevadas sumas de dinero para infraestructuras, tales como carreteras, con un presupuesto a nivel nacional de 2.740 millones, un 28% más respecto a 2011. Siete reservas, entre ellas la isla de Tabarca, primera reserva marina y la Isla de la Palma, van a perder su gran capacidad para regenerar los recursos pesqueros y conservar los hábitats y poblaciones marinas por falta de una mínima inversión.

Desde Ecologistas en Acción consideramos que disminuir la vigilancia de las Reservas Marinas contribuirá al debilitamiento de sus funciones ambientales y de motor económico a nivel regional debido al impacto del furtivismo sobre sus comunidades ícticas y la aparición de otras presiones sobre los recursos marinos. Por ello se pide al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en manos de Miguel Arias Cañete, que rectifique y considere la protección de las reservas marinas una prioridad en la gestión ecosistemas marinos y la potenciación de la pesca local.

La Unión Europea demandó de cada país la elaboración de un Plan Sectorial de Pesca, y el Estado Español definió como una acción prioritaria la creación y gestión de reservas marinas, línea financiada en el marco de las ayudas estructurales para la pesca en la Unión Europea con los fondos del, Instrumento Financiero para la Orientación de la Pesca (IFOP), para el periodo 2000-2006.

Dieciséis son las Reservas Marinas declaradas por el Gobierno, algunas compartidas con las comunidades autónomas. Las directamente gestionadas por el Ministerio Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente son las siguientes: Isla de Tabarca (Alicante, 1986), Islas Columbretes (Castellón,1990), Isla Graciosa e Islotes del Norte de Lanzarote (1995), Cabo de Palos-Islas Hormigas (Región de Murcia,1995), Cabo de Gata-Níjar (Almeria,1995), Punta de la Restinga-Mar de las Calmas (Isla de El Hierro, 1996), Isla de Alborán (1997) y Masía Blanca (Tarragona, 1999).