Ecologistas en Acción del País Valenciano lamenta profundamente los daños personales, los daños materiales sufridos por los ciudadanos, y la terrible pérdida de patrimonio natural de incalculable valor ecológico de los incendios de Cortes de Pallás y Andilla, que han arrasado más de 50.000 hectáreas de suelo forestal.

Para la organización ecologista es imprescindible analizar las causas que los han producido. La virulencia y tamaño de los grandes incendios que asolan el territorio valenciano y sus nefastas consecuencias están directamente relacionados con diversos factores que se lleva muchos años denunciando:

  • La falta de planificación y una gestión inadecuada en los espacios forestales agravados por los enormes recortes en personal y medios dedicados a la prevención y vigilancia, factor principal para un rápida intervención que evite que los incendios se descontrolen. Hay que invertir mucho mejor y con más criterio en las labores de vigilancia, prevención en los montes y en la educación ambiental, especialmente en las zonas protegidas y en las de alto riesgo para la seguridad de las personas.
  • Medidas como disponer de una red de vigilancia bien dotada o cómo manejar las masas forestales recuperando su diversidad para que sean menos vulnerables al fuego, son necesarias para mejorar los criterios de gestión.
  • El cambio climático, que los científicos y Ecologistas en Acción llevan tiempo advirtiendo a las autoridades, que conlleva la sucesión de episodios extremos (sequías, olas de calor, precipitaciones concentradas en pocas horas, etc), y la tendencia del cambio de estacionalidad de los grandes incendios en nuestro territorio (lo que comunicamos a la Conselleria de Medi Ambient en nuestras alegaciones a los diferentes planes de prevención de incendios) son realidades cada vez más presentes, que ponen en riesgo las masas forestales valencianas. Este cambio de estacionalidad obliga a un cambio de estrategia y de organización en la prevención y extinción con respecto a la desarrollada en los años 80 y 90, y que la Generalitat Valenciana parece no haberse dado cuenta.

Ecologistas en Acción recuerda a las Administraciones públicas que los incendios se evitan atajando en primer lugar las causas directas cuando éstas son de origen humano, sean por negligencia o con ánimo de causar daño.

También es necesario que se prohíba el uso del fuego de forma tajante y en toda época para cualquier tipo de labor forestal o agrícola, y perseguir y penalizar adecuadamente las conductas delictivas. Es necesario hacer cumplir la normativa sobre trabajos mecánicos, eléctricos, etc, en suelos forestales. En el gran incendio de la comarca de l'Alcalatén en 2007 la causante del inicio del fuego fue el uso de una sierra radial por una empresa eléctrica, ahora la instalación de unos paneles solares inició el fuego en Cortes de Pallás….

En este sentido, Ecologistas en Acción denuncia que en los últimos años el dinero invertido por las Administraciones ha sido destinado principalmente a medios de extinción, pero la asignatura pendiente siguen siendo la prevención, es decir, la gestión y la vigilancia de los espacios forestales. En este sentido hay que anotar que son muy pocos todavía los municipios que han aprobado los preceptivos Planes locales de prevención de incendios forestales.

En el País Valenciano la gestión forestal ha favorecido el desarrollo en exceso de especies pirófitas, como los pinares, frente a otros bosques autóctonos más resistentes al fuego y con especies de matorral que rebrotan.
La organización ecologista insta al Gobierno Valenciano a una profunda revisión de la política forestal, a que se apueste de verdad por una gestión y prevención adecuada, planificada y con suficientes medios personales, ya que de no hacerlo la virulencia y las consecuencias de los incendios se magnifican, generando enormes daños para el medio ambiente y para las poblaciones afectadas.

Desde Ecologistas en Acción del País Valenciano requerimos que la Generalitat Valenciana ocupe el lugar que le corresponde en materia de Ordenación del Territorio (evitando que las urbanizaciones dispersas se ubiquen en la cercanía de suelos forestales y haciendo cumplir la exigencia de unas distancias mínimas a las masas forestales, para minimizar la afección a las propiedades y vidas humanas en caso de incendios), que dote presupuestariamente los Planes de Prevención de las Demarcaciones Forestales, que aumente los periodos de contratación de los medios de prevención y de extinción de incendios y que realice inversiones en materia de prevención y educación ambiental, ya que confiar en la extinción como único medio de atajar los incendios se ha demostrado que no sirve más que en determinadas circunstancias (intervenciones tempranas).

Finalmente deberían asumirse las responsabilidades políticas pertinentes por parte del Gobierno Valenciano e impedir que los mismos responsables que han demostrado su ineficacia en otros grandes incendios sigan ejerciendo ahora las mismas responsabilidades con idénticos resultados.