El recién creado grupo de Ecologistas en Acción de Cartagena identificaba como uno de los principales problemas de Cartagena y comarca la nefasta gestión del Mar Menor y la grave desnaturalización que sufre una de las lagunas más importantes de Europa. Así denunciaba que las elevadas presiones derivadas del turismo de sol y playa, los vertidos orgánicos, la superación de la capacidad de carga de la zona y la no regulación de usos en la laguna, entre otros, no parecen haber sido razón suficiente para aprobar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), que tras más de 10 años de espera se desecha bajo la promesa de aprobar un Plan de Gestión que dilatará aún más su ordenación y es una forma clara de no poner restricciones al desarrollo urbano-turístico y de las actividades que se desarrollan tanto dentro como en el entorno de la laguna.

El colectivo ecologista ve fuera de lugar las voces de alarma ante los olores producidos y los insectos, según declaran los hosteleros y la Cámara de Comercio de Cartagena, por el abonado del campo de Cartagena para la siguiente cosecha. Es vergonzoso que este sector terciario con su máximo apogeo en época estival, pretenda echar la culpa de la pérdida de turismo en la Manga y el Mar Menor a un sector primario de subsistencia, como es la agricultura, que da trabajo a miles de familias durante todo el año y que es básico para la socieconomía de la Región de Murcia.

La pérdida de turismo en la zona del Mar Menor va aumentando cada año debido, no a la agricultura como pretenden hacer ver estas entidades, sino a la dejadez de las Administraciones Públicas competentes que han apostado por un desarrollo urbanístico depredador que provoca vertidos constantes a la laguna, proliferación de medusas como consencuencia de los fitosanitarios del campo de Cartagena, de la deficiencia en depuración de las Estaciones Depuradoras anexas al Mar Menor, el mal funcionamiento del alcantarillado de la Manga que no está preparado para recibir cantidades ingentes de aguas residuales, provocando cierres de playas y malos olores constantemente, la navegación sin control en la laguna y un largo etc, motivos por lo cuales el turismo en el Mar Menor está en jaque.

Si el sector de la pesca ya se ha visto gravemente perjudicado por el urbanismo y las presiones en la costa, Ecologistas en Acción se pregunta si es que ahora pretenden dañar también la agricultura y vivir y comer única y exclusivamente del turismo y del ladrillo.

La responsable de medio marino, Natalia Martin declara que:“ desde hace años venimos exigiendo a las administraciones que se solucionen los problemas del Mar Menor, tanto por el impacto medioambiental, como por el desarrollo económico de la zona, no es lógico que una región que apuesta tanto por el turismo se esté cargando su máximo foco de riqueza”, y añade:” a quien tienen que pedir explicaciones y exigir una solución es a la administración, y no pretender hacer creer que uno de los mayores problemas del Mar Menor es el abonado orgánico del campo de Cartagena, ya que esto está muy lejos de la realidad”.

Ecologistas en Acción de Cartagena exige que se solucionen uno por uno todos los impactos que afectan al Mar Menor, que se ordenen de una vez por todas los usos y que haya responsabilidad en cuanto a su gestión, tanto política como de los diversos sectores que trabajan en la laguna y alrededores.

El colectivo añade que el informe de Banderas Negras 2012 “Poca vergüenza” destaca, un año más, el Mar Menor como uno de las banderas negras por vertidos orgánicos y fitosanitarios a nivel estatal y culpa directamente bajo el lema de “Poca Vergüenza” a las administraciones competentes, Consejeria de Presidencia, Ayuntamientos de los pueblos ribereños y al Gobierno regional de esta situación.