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Playa de la Mangueta I

Faltan pocos días para que el llamado banco malo absorba los activos tóxicos de entidades financieras nacionalizadas o rescatadas. Son millones de metros cuadrados de superficie recalificada sin otro objetivo que la especulación tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Ecologistas en Acción subraya en una carta al Gobierno que existe un antídoto a ese veneno, la desclasificación de esos suelos para darles uso público.

Terrenos en primera línea de playa y otras zonas del litoral, o solares
potencialmente utilizables como zonas verdes en las ciudades se encuentran entre los activos tóxicos. En muchos casos se recalificaron como zonas urbanizables con el único propósito de revalorizarlos de cara a los balances de entidades bancarias. No tienen posibilidad de desarrollo y envenenan el sistema financiero, que pasa la patata caliente al banco malo.

Son casos como el de la playa de Mangueta en Cádiz, donde Catalunya Caixa, hoy nacionalizada, adquirió 270 hectáreas para levantar una
macrourbanización con campo de golf. Ante la oposición social, la Junta de Andalucía terminó por autorizar un complejo hotelero. A día de hoy no se ha construido nada.

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Playa de la Mangueta II

Ejemplos como el de de Serelles, una urbanización a medio construir y prácticamente deshabitada en el parque natural de Mariola de Alcoi (Alicante). Otro activo tóxico, en esta ocasión de Caixa Galicia, hoy nacionalizada e integrada en Novacaixagalicia.

Resulta paradójico que lugares de alto valor ecológico y paisajístico puedan ser considerados tóxicos. Y el antídoto es que pasen a ser de uso e interés público.

En la carta, que Ecologistas en Acción ha dirigido al presidente Mariano Rajoy, se reclama que el Gobierno desclasifique estos suelos y los ceda a las respectivas Comunidades Autónomas para que pasen a formar parte de
una red de espacios libres de cemento en el litoral, parques metropolitanos en las ciudades o zonas de uso público en los espacios naturales.

Cuando la ciudadanía está financiando con decenas de miles de millones
de euros la quiebra de bancos y cajas de ahorro, la desclasificación de suelos sería una señal de que las administraciones públicas apuestan por el bien común.