Ecologistas en Acción de Castilla-La Mancha emplaza a la Consejería de Agricultura a adoptar medidas urgentes para evitar la muerte de linces. Es necesario corregir los puntos negros en las carreteras y una directriz clara que prohíba el uso de métodos de control de predadores, como la caja-trampa y el lazo.

Con la reciente muerte por atropello de “Helecho”, un lince introducido en Jaén en 2012, son ya tres los ejemplares localizados sin vida en los últimos años de esta especie en peligro de extinción en Castilla-La Mancha, todos ellos en Sierra Morena.

Un primer atropello en la misma carretera se detectó en diciembre de 2009 cuando un agente medioambiental localizó una hembra joven muerta entre San Lorenzo de Calatrava y la pedanía de Huertezuelas.

Otra caso más grave, y actualmente investigado por los tribunales a instancias de una denuncia de Ecologistas en Acción, es el de “Grazalema”, ejemplar de cautividad liberado en Guarrizas (Jaén), cuyo cadáver fue hallado en agosto de 2011 dentro de una jaula-trampa colocada para capturar depredadores en Castellar de Santiago.

Todo ello refleja una mortalidad altísima para una población que la propia Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha estimó hace unos años en unos 15 ejemplares.

Ecologistas en Acción denuncia que la Junta se ha olvidado de sus obligaciones con el lince y que ha dejado de adoptar medidas esenciales para la protección de la especie.
En concreto, ante las dos amenazas más graves para la recuperación de la especie, como son el uso de métodos de control de predadores y el atropello en carreteras del sur de Ciudad Real, la inacción es total.

La Consejería de Agricultura debe de iniciar de inmediato actuaciones tendentes a corregir los factores que impiden la recuperación de la especie y no sólo en Ciudad Real, también en Toledo y Albacete. Es este sentido, es necesario corregir los puntos negros en las carreteras y una directriz clara que prohíba el uso de métodos de control de predadores como la caja-trampa y el lazo.

Ecologistas en Acción considera que se está desaprovechando la oportunidad de una recuperación basada en la recolonización de las zonas potenciales que el lince dispone en Castilla-La Mancha. Si se actuara mejorando el hábitat y reduciendo las causas de mortalidad sería innecesario invertir en costosas reintroducciones que, por otra parte, estarían igualmente hipotecadas por la falta de actuación de la Consejería de Agricultura.