Cerca de un centenar de ecologistas colocaron el pasado sábado una bandera negra en la dársena del Saladillo como protesta por la no depuración de aguas residuales en la localidad y en una réplica de lo que se conocen como las banderas azules.

El problema no se limita sólo a la falta de una estación de depuración, sino que es más grave pues estima que un cuarenta por ciento de los vertidos de aguas residuales conectan con la red de pluviales mediante enganches ilegales y que por lo tanto con o sin depuradora, estos vertidos continuarán.

Desde 1990, se viene hablando por parte de las administraciones de planes correctivos de aguas residuales, pero hasta la fecha no se ha puesto en marcha ninguno. No pararemos hasta que condenen al alcalde de Algeciras, nos meteremos en los plenos y les echaremos a la población encima.

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