Según denuncia Salicor-Ecologistas en Acción, Campo de Criptana ha retrocedido 40 años en el tiempo y se ha situado vergonzosamente en la década de los 70 del pasado siglo, cuando empezaban a gestionarse las aguas residuales procedentes de la nueva infraestructura del alcantarillado municipal y se vertían directamente al caz que las llevaba al río Záncara.

La organización ecologista informa que, tras una primera estación depuradora local, que nunca
llegó a funcionar bien, entre otras cosas, por la desidia de los gestores de su
mantenimiento, el ayuntamiento de Criptana acordó a principios de la década pasada
enviar las aguas a depurar a la EDAR de Alcázar de San Juan. Para ello se construyó un
emisario hacia esa ciudad paralelo a la vía del ferrocarril, que resultó inviable desde un
principio y tuvo que ser sustituido pocos años después por otro que llegaba directamente
a la EDAR y que hacía suponer a todos que desde antes de 2010 el problema era un
asunto afortunadamente solucionado.

La primera sorpresa ha venido cuando ante Salicor se han ido presentando denuncias
de numerosos vecinos de Campo de Criptana que han advertido de que el caz paralelo a la
carretera de la Puente sigue llevando aguas negras hacia el Záncara como en sus mejores
tiempos y que esto no es algo de ahora sino que dura varios años.

La segunda sorpresa, y grande, la ha dado el propio ayuntamiento de Campo de
Criptana cuando, retrocediendo también otros cuarenta años en el tiempo, se ha negado a
informar al colectivo ecologista de qué está pasando, contraviniendo la ley de información
medioambiental y actuando de una forma sospechosamente ocultista que impide saber
qué está ocurriendo realmente. Ello ha obligado a Salicor a tramitar las correspondientes
denuncias ante Guardia Civil, Confederación Hidrográfica del Guadiana y demás
instituciones con competencias en el tema al considerar inadmisible y grave esta
situación.

No es posible que tras millones de euros gastados en construcciones y
reconstrucciones de emisarios y el despilfarro económico del ayuntamiento en
infraestructuras inútiles y pseudonaturales como el llamado parque «Tierra de Gigantes»,
ahora, en pleno año 2013, estemos otra vez en el lugar de partida, envenenando ríos y
subsuelos y, para remate, con el recibo del agua elevado para muchas familias hasta en un
20% por la nueva tasa complementaria de depuración, es decir, por llevar las aguas a
depurar a la EDAR de Alcázar. En eso el Ayuntamiento sí ha estado muy diligente.