Aunque parezca una contradicción en sí mismo, la Banca Ética es una realidad. Así lo afirmó Esteban Tabares, quien junto a Miguel Ángel Jiménez y José Luis González, participó en una charla coloquio organizada por el Taller Verde de Ecologistas en Acción de Marchena para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente.

Conmemorar, que no celebrar, como dijo Antonio Morente en la presentación del acto, quien hizo un breve resumen de los temas de reflexión tratados en años anteriores y aseguró, antes de dar paso a los ponentes, que «no sólo debemos preocuparnos por el medio ambiente sino también por qué hacen con los ahorros que tenemos en nuestros Bancos».

Uno de los representes de Fiare Sur, Esteban Tabares informó que la Banca Ética en general y particularmente Fiare lleva implantada en España desde hace más de diez años, y está unida a la Banca Ética italiana, una cooperativa de crédito con más de 25 años de implantación, por lo que «se trata de una Banca consolidada que cumple todas las garantías que exigen los Bancos Centrales, no de un experimento, ni un proyecto por definir».

El objetivo que se proponen es el de captar ahorros de grupos sociales solidarios que deciden depositar sus ahorros en Banca Ética para financiar proyectos sociales dirigidos a la recuperación del medio ambiente, a ala atención a los excluidos sociales ,al autoempleo, al cooperativismo y a proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo.

Actualmente Fiare cuenta con oficinas en Madrid, Barcelona y Bilbao y con un banquero ambulante que recorre las ciudades para captar ahorros y recoger solicitudes de crédito, aunque también se pueden realizar gestiones a través de internet.

Precisamente todos los proyectos de solicitud de créditos «han de pasar una rigurosa evaluación ética y otra técnica para comprobar su viabilidad, puesto que no buscamos la eficacia financiera como primer objetivo, sino la eficacia social al servicio de la justicia social».

Haciendo honor al título de la charla Mi dinero, al servicio de la justicia, se rechazó de plano «la especulación, el boom inmobiliario, los movimientos de la Bolsa y otros negocios inconfesables que realizan muchos Bancos comerciales, como la financiación para la fabricación y venta de armamento» y se planteó la necesidad de un cambio «por conciencia, por decencia y por conveniencia». Información sacada de La Voz de Marchena.