Una vez se han dado por controlados los incendios acaecidos estos días en Almorox (Toledo) y en el suroeste de la Comunidad Madrid, toca analizar lo sucedido y delimitar las distintas responsabilidades que competen a cada cuál en el que hasta la fecha ha sido el incendio más grave de la temporada en España. Es necesario esclarecer la implicación de una máquina de limpieza de cunetas en el origen del fuego más grave. La Ley de Montes prohíbe todo tipo de trabajo que pueda generar chispas en época de riesgo de incendios, por lo que se podría tratar de una grave negligencia.

Según las informaciones oficiales reveladas estos días tanto por la Junta de Castilla-La Mancha como por la Comunidad de Madrid, desde el 16 de julio pasado se han producido 6 incendios en la zona colindante entre las dos Comunidades.

El primero y más grave con diferencia se inició la tarde del 16 de julio, al parecer causado por una máquina al servicio de la dirección de carreteras de la Comunidad de Madrid que limpiaba cunetas en la vía que une Villa del Prado y Cadalso de los Vidrios. El foco se extendió por el término municipal de Almorox, que es atravesado por esta carretera, y durante 7 días quemó una superficie de más de 1400 hectáreas de bosque, monte bajo y pastos en una zona de alto valor ecológico. También, dada la extensión y virulencia del fuego, fue necesario evacuar viviendas dispersas y urbanizaciones.

El resto de incendios se produjeron entre el 18 y el 20 de julio y afectaron en tres casos a Almorox y en dos a las localidades de Chapinería y Navas del Rey en Madrid. Gracias a la rápida intervención de los medios de extinción, fueron controlados y sólo quemaron pequeños terrenos de entre 4 y 20 hectáreas. En estos casos, las causas apuntan a una o dos personas que las fuentes oficiales califican de pirómanos, es decir, de tener las facultades mentales perturbadas.

La aparición de estos pirómanos y la ulterior “caza del pirómano” que con gran publicidad se ha fomentado desde Madrid y Castilla-La Mancha, ha dejado en segundo plano el análisis de unos hechos muy graves que podrían quedar sin depurar.

Sin dejar de dar la importancia que se merece al intento de detener a las personas que provocan incendios, Ecologistas en Acción considera gravísimo el hecho de que haya sido una máquina que limpiaba cunetas al Servicio de la Comunidad de Madrid la que haya provocado el incendio más grave y desencadenado esta ola de fuegos. Todo ello, sin que nadie, ni en Toledo ni en Madrid, haya anunciado una investigación y la adopción de las correspondientes medidas preventivas y sancionadoras.

Según ha podido saber Ecologistas en Acción, la máquina dispondría de autorización de la Comunidad de Madrid para hacer la limpieza de cunetas, si bien se había excedido en el horario de trabajo. En este caso cabe imputar una doble negligencia, la de quienes dieron los permisos para que una máquina que genera chispas trabajara en situación de grave riesgo de incendio, y la de quién usó esa máquina incumpliendo el horario establecido. Es decir, del incendio más grave serían responsables la propia Comunidad de Madrid y la empresa adjudicataria de las labores de limpieza ya que la Ley de Montes prohíbe todo tipo de trabajo que pueda generar chispas de algún tipo en época de riesgo de incendio. A pesar de ello, el 28 de mayo, unos días antes de que se iniciase la época de mayor riesgo de incendios, el Consejero de Transporte Infraestructura y Vivienda, Pablo Cavero, presentó el plan especial de desbroce de cunetas en la Comunidad de Madrid para prevenir incendios.

La Junta de Castilla-La Mancha asume también riesgos similares. Así el incendio que se produjo el 13 de julio pasado en Los Navalucillos también se inició por una máquina que limpiaba cunetas. Por otra parte, es responsable de los problemas habidos en la extinción de fuego, ya que los recursos disponibles se vieron superados por la magnitud del mismo y sus consecuencias se han visto agravadas por la cantidad de viviendas y urbanizaciones que se están dejando proliferar en las zonas forestales de la provincia de Toledo. El tener que atender prioritariamente a la seguridad de las personas hace que los incendios sean más difíciles de atajar y que produzcan más daño sobre el medio natural.

Por todo ello, Ecologistas en Acción considera que las Comunidades de Madrid y de Castilla-La Mancha deben explicar con todo detalle lo que ocurrió en el incendio de Almorox y derivar las responsabilidades que sean necesarias. Deben prohibirse las labores de riesgo en época de incendios como son las limpiezas de cuneta. Estas labores se debieran haber hecho hace meses y ahora es mejor no hacerlas, salvo con medios manuales, pues el riesgo es mayor que la prevención que se consigue.