Hubo una vez un país en el que se pretendió vivir de construir viviendas,
y una región en la que pretendieron cementar su litoral privilegiado, con playas vírgenes, dunas, acantilados, bosques… entre dos mares y dos continentes. Tras destruir buena parte de la costa y ganarmuchísimo dinero, llegó el colapso y la ruina. Los especuladores y políticos causantes del desastre nunca pagaron ni asumieron responsabilidad, y nos hicieron pagar a todos los ciudadanos las deudas de las entidades financieras por las urbanizaciones inacabadas, los famosos activos tóxicos. Y hay un país en el que algunos no han aprendido la lección, añoran el festín de ladrillo y dinero y pretenden revitalizar la burbuja inmobiliaria. En un país arruinado por las deudas de constructoras, entidades financieras y administraciones, se mantienen millones de metros cuadrados urbanizables sin necesidad ni viabilidad.

Tarifa es un municipio con una ubicación, paisajes, recursos naturales y patrimonio histórico y monumental únicos en el mundo.

En 1989 se aprobó un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que pretendía construir a lo largo de todo su litoral ocho grandes urbanizaciones –algunas mayores que el propio pueblo de Tarifa– con una superficie
total de 5.688.627m2. Afortunadamente pocas se han desarrollado, pero lo
más sorprendente es que, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, el Ayuntamiento vuelve a aprobar el mismo PGOU ¡y lo termina
por ratificar la Junta de Andalucía en 2010! Cuando en diciembre de 2011 la Junta aprueba el Plan de Ordenación del Territorio (POT) del Campo de Gibraltar –que es vinculante para los PGOU– incomprensiblemente
mantuvo la zona de Valdevaqueros como urbanizable.

En mayo de 2012 el Ayuntamiento aprueba el Plan Parcial de Valdevaqueros, un complejo urbanístico en uno de los parajes más valiosos y afamados de litoral andaluz; 740.000 m2 junto a la playa, con 350 viviendas y varios hoteles.

Este Plan Parcial afecta a una zona de altísimo valor ecológico del Parque Natural del Estrecho, incluida por la UE en la Red Natura 2000 y por la Unesco en la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo.

Aunque parezca increíble, ni el PGOU de Tarifa ni este Plan Parcial se han sometido a evaluación de impacto ambiental.

Lo demencial de este proyecto no es que haya promotores que pretendan seguir ganado dinero especulando y destruyendo nuestro litoral, sino que las administraciones lo aprueben y defiendan. Los máximos responsables de la Junta de Andalucía (PSOE-IU) realizaron declaraciones en contra de este modelo urbanístico en el litoral.

Mientras, las consejerías de Medio Ambiente y Obras Públicas (ahora integradas en la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente) le daban todos los parabienes, a pesar de que incumple numerosas normas legales.

Ecologistas en Acción solicitó hace un año al presidente de la Junta que impugnara el Plan Parcial de Valdevaqueros y garantizara la conservación de este excepcional espacio litoral. No lo recurrieron –Ecologistas en Acción sí lo hizo–, y tras muchas dudas y dilaciones, finalmente parece que la Junta va a incluir Valdevaqueros en el Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía, lo que obligaría a desclasificar estos terrenos. Esta decisión supone un cambio en la política urbanística de la Junta, que se resistía
a revisar la planificación urbanística existente, y de muestra que tiene instrumentos legales más que suficientes para revisar el urbanismo de la burbuja inmobiliaria, desclasificando los millones de metros cuadrados declarados urbanizables al calor de la especulación y la corrupción urbanística.

Este proyecto ha suscitado una amplísima reacción ciudadana, sobre todo en las redes sociales, expandiéndose como un reguero de indignación por todo el país y por países europeos que tienen en Tarifa un emblema de litoral paradisíaco. El manifiesto que la Plataforma Salvemos Valdevaqueros –con
la adhesión de 92.000 personas– ha dirigido al alcalde de Tarifa termina con una reflexión que debe servir a todas las administraciones públicas y a toda la sociedad: “Parece que usted, al igual que muchos de nuestros gobernantes, aún no ha aprendido la lección de fiar nuestro desarrollo económico a un modelo de crecimiento basado en el ladrillo: una opción miope y cortoplacista que sólo significa pan para hoy y hambre para
mañana. Los visitantes vienen a Tarifa a admirar parajes espectaculares como el de Valdevaqueros, no en busca de playas plagadas de edificios. Por todo ello, porque llenar nuestras costas de ladrillo nunca ha sido la solución para garantizar un crecimiento económico sostenible, le exigimos que detenga este despropósito”.

Al final, parece que lo vamos a conseguir.

¡Todos estamos de enhorabuena!.

Por Juan Clavero