Un año más se celebra la Semana Europea de la Movilidad, a la que se suman cientos de ciudades españolas que organizan las más variopintas y llamativas actividades, pero que en su mayoría huyen de llevar a cabo acciones permanentes y planificadas que realmente sirvan para mejorar la situación actual.

Y esto a pesar de que el contenido que pretende transmitir la Semana de la Movilidad es muy pertinente y nos afecta en gran medida. El tráfico es el principal causante de la mala calidad del aire, como denuncia desde hace años Ecologistas en Acción, por ello, se hace necesario imponer restricciones al uso del coche para garantizar el derecho a respirar un aire limpio.

Curiosamente, este año el lema es “¡Muévete por un aire más limpio!”, y mientras las administraciones siguen impasibles y se dedican sobre todo a lavar su propia imagen, con el correspondiente gasto de dinero público, los informes que presenta cada año Ecologistas en Acción demuestran como la mayor parte de la población española vive en zonas donde se superan los niveles máximos de contaminación del aire que recomienda la Organización Mundial de la Salud (un 94% de la población española en 2011). Y esto tiene consecuencias tan contundentes como que cerca de 20.000 personas fallecen cada año de forma prematura en el Estado español por esta causa.

Y a pesar de la evidencia, son enormes las reticencias de gobiernos autonómicos y ayuntamientos a la elaboración de Planes de Mejora de la Calidad del Aire coordinados con Planes de Movilidad Sostenible.

En opinión de la organización ecologista, la llamativa parafernalia mediática que rodea a esta semana no consigue ocultar la realidad: al finalizar la semana volverá a reinar el coche en la ciudad, el desastroso transporte público seguirá sin mejorarse, y se seguirán realizando acciones descoordinadas cada cierto tiempo, que quedarán en costosos e inútiles parches que sobre todo sirven para mejorar la imagen de los consistorios, pero resultan ineficaces por que se sigue sin abordar el problema de la movilidad de manera seria y responsable a través de una planificación, con plazos y presupuesto.

Por otro lado, los ecologistas recuerdan que la contaminación no es el único problema relacionado con el tráfico en las ciudades. También preocupa la pérdida de calidad de vida derivada de otros efectos del tráfico como el consumo de suelo que se le quita a los ciudadanos (menos aceras, menos parques, menos espacios públicos), los accidentes y la inseguridad (especialmente para colectivos como niños, ancianos y discapacitados), el ruido, etc.
A esto se suma el lastre que supone para las arcas públicas la apuesta constante por la construcción (y la reparación y mantenimiento) de carísimas e innecesarias infraestructuras de transporte que fomentan el uso del vehículo privado a motor, de las que, además, algunas están actualmente siendo investigadas por presunta relación con financiación ilegal de partidos políticos.

Para terminar, los ecologistas recuerdan la preocupante situación de la Región de Murcia, en la que a pesar de los casos de contaminación y del constante aumento del tráfico de vehículos en las ciudades, no se han elaborado planes de ningún tipo.

Así, la realidad es que en pleno siglo XXI los polígonos industriales de la región son prácticamente inaccesibles sin el uso del coche, y en los últimos años se ha aumentado mucho las necesidades de desplazamiento de la población debido al abuso de Planes Parciales para viviendas alejadas del casco urbano, y la sectorización de usos como los comerciales y de ocio que se han concentrado en centros comerciales a los que se accede mayoritariamente en coche. Todo ello unido a una descoordinada e ineficaz política de transporte público.
Además, las infraestructuras de transporte construidas en los últimos años han obviado mayoritariamente a peatones, ciclistas y transporte público, y se han ejecutado fuera de cualquier planificación razonable, y contraviniendo los más básicos principios de Movilidad Sostenible.

Por todo ello, Ecologistas en Acción denuncia la hipocresía y desinterés de las administraciones públicas en una Semana de la Movilidad que carece de contenido real, e insta a Gobierno Regional y Ayuntamientos a abordar el problema del tráfico de forma seria, redactando y aprobando de manera urgente los Planes de Movilidad y de Mejora de la Calidad del Aire, además de promocionar y facilitar el uso de transportes alternativos como la bicicleta.